Valderas deja la puerta abierta a su continuidad al frente de IU

El líder regional lanza la hoja de ruta de la coalición y reclama espíritu de movilización social

Diego Valderas en el Parlamento.
Diego Valderas en el Parlamento.
Patricia Godino Sevilla

11 de enero 2013 - 05:04

Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Diego Valderas, coordinador general de IU en Andalucía, eludió ser rotundo sobre su continuidad como líder de la formación y sin embargo desglosó, en una prolija intervención en la sede de la coalición la hoja de ruta de futuro de unas siglas por las que, confesó, "he dado todo y me han dado todo".

El liderazgo del proyecto político de izquierdas en Andalucía es, en su opinión, una cuestión que no debe robar el protagonismo al mensaje que quiere que cale en la sociedad, esto es, que Andalucía lidere en Europa la alternativa "a las imposiciones de los bancos, el poder financiero, la Troika y los designios del Gobierno de Rajoy" a través de una "movilización social" que nazca "a partir de un amplio acuerdo" entre los diferentes agentes, "porque si lo dejamos todo en manos de la CEA (Confederación de Empresarios Andaluces), qué tipo de acuerdo es ése", se preguntó.

La primera cuestión, si se presentará de nuevo a la reelección como coordinador regional, traería consigo la modificación de los estatutos de la formación, que ciñen cualquier cargo público a sólo dos mandatos. Sobre esto, el vicepresidente de la Junta de Andalucía insistió en que "lo importante no son los actores" y subrayó que, en todo caso, no ejercería "problema" alguno para que se dé paso a "la fortaleza joven". Este canto a la savia nueva de la formación precedió, sin embargo, el mensaje lanzado al sector crítico -concretamente, al Colectivo de Unidad de los Trabajadores (CUT), que encabeza el alcalde de Marinaleda- que considera una contradicción que Valderas hable de "renovación" cuando cumple ya 12 años al frente de su partido: "Gordillo está en permanente cambio aunque lleva 36 años", ironizó.

En esta fase de su carrera política -"en la que he sido de todo, he repartido el trigo, he estado en el Gobierno y en la oposición"- el onubense dice estar "ligero de equipaje" y "sin tentaciones de ningún tipo", "estaré donde se decida: empujando el carro, yendo al frente de un colectivo o siendo una parte de los primos interpares". Y trasladó el interés de la cuestión al compromiso social de su coalición: "Diego Valderas sí o no no es el problema, sino qué quiere ser este proyecto cuando sea mayor", en todo caso, será "el intelectual colectivo" el que marcará las pautas para la renovación. O no.

En otras palabras, previsiblemente, en la reunión de la Ejecutiva de IU del próximo lunes se desvelará la intención firme de Valderas "después de escuchar diferentes opiniones", recomendaciones entre las que no se cuenta las de Cayo Lara porque, valoró, "él es muy respetuoso y sabe que la soberanía de esta decisión reside en Andalucía".

En este reunión, se acordará, apuntó José Luis Pérez Tapias, secretario de Organización del partido, la convocatoria del Consejo Andaluz de Izquierda Unida, órgano que tiene la potestad de convocar la asamblea en la que se elegirá la nueva dirección -fechada para primavera, seguramente después de Semana Santa y Feria- y las estrategias de la formación para el nuevo curso político, que pasan por el "impulso de la movilización".

El vicepresidente andaluz planteó una hoja de ruta -"no sólo para este año, sino para la Andalucía venidera"- que pasa por desarrollar "el pacto de Gobierno" con "el Estatuto de Autonomía como norte" para promover "una salida social a la crisis" y emplazó a la ciudadanía a salir el próximo 28 de febrero -en sintonía con la cita anunciada por Comisiones Obreras en Andalucía para esta fecha- como fecha que recupere el espíritu del "4 de diciembre de 1977" y del tiempo que llevó al 28 de febrero de 1981.

Una suerte de buenos propósitos de principios de año que se parecen al Pacto por Andalucía presentado por el presidente Griñán el martes. Acaso con una diferencia en el tono: este acuerdo "no debe excluir a nadie", pero -enfatizó- "sí hay condiciones", "el PP tiene un dilema: o se aparta de las políticas contrarias a Andalucía de la troika y el Gobierno central o será imposible cuadrar el círculo". Es una "oportunidad para ver quién está y quién no está en el Estatuto" porque, resumió, "todos quizás no tienen cabida en este transitar".

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