Coronavirus Andalucía

Conviviendo con la ómicron 'sigilosa' en Andalucía

  • La Consejería de Salud detecta en Granada la BA.2, "más contagiosa" según los estudios preliminares 

Un hombre camina embozado con una mascarilla en Sevilla.

Un hombre camina embozado con una mascarilla en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

La Consejería de Salud comunicó ayer los primeros casos de la variante BA.2. Ya estaba tardando. Que esta hermana silenciosa de la variante ahora predominante –BA.1 y sus diversos tipos– apenas haya sido identificada en Andalucía y en España en relación a Dinamarca, Reino Unido o India tiene más que ver con las rutinas de los laboratorios de los diferentes países que con la verdadera presencia de la conocida como ómicron sigilosa, cuya detección es más complicada con métodos inespecíficos.

La sigilosa por tanto está ya aquí. Baleares lo anunció hace dos semanas, también lo ha hecho Cataluña y Madrid. Ahora llega Andalucía. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, informó ayer de la detección de los primeros casos esta subvariante de ómicron en una familia de Granada que había viajado recientemente a Suecia. El consejero restó importancia al hallazgo y dijo, aludiendo a un argumento de pura evolución adaptativa de los seres vivos en el planeta, que su circulación no debe preocupar "en exceso" porque es más contagioso pero menos virulento, algo que "indica que el virus se va adecuando al huésped".

Sin faltarle del todo la razón al titular andaluz de Salud, médico de profesión, por su alusión a la evolución habitual de las pandemias en el planeta, no todos los expertos coinciden en ese extremo tan tranquilizador. En la naturaleza, aparte de la ley de la gravedad –que siempre gana–, siempre debe contarse con el factor de la incertidumbre. Las dudas provienen de virólogos del prestigio de Luis Enjuanes, quien afirmó hace unas semanas sobre la evolución de los virus que es el mero azar de sus mutaciones el que condiciona su evolución. "Puede ser que las mutaciones vayan debilitando la capacidad de hacer daño de un virus, sí, pero también cabe que las mutaciones lo hagan adquirir el poder de encontrar el camino al sistema nervioso central", vino a decir, avisando de la relación entre la gravedad y el azar.

Tampoco es del todo preciso relacionar la menor virulencia y la mayor transmisibilidad de un virus con una situación pandémica más leve, como insinuó ayer Aguirre. Las cifras de ocupación hospitalaria de la sexta ola, atribuible a ómicron, han superado los números de la quinta y de la cuarta. Más. Las muertes en enero como resultado de los pantagruélicos picos de contagios provocados por la misma ómicron también han superado las producidas desde octubre a diciembre. La levedad por tanto de esta última variante ha resultado al menos discutible. Si no hubiera sido por las vacunas...

¿Y qué dice la ciencia de la BA.2? Por ahora poco. Las investigaciones están aún en marcha. Un estudio preliminar hecho en Dinamarca dice que la BA.2 es "inherentemente más transmisible que la BA.1 y que también posee la capacidad de reducir la protección de las vacunas", le dijo a la agencia Reuters el investigador danés Frederik Plesner.

Los gobiernos del mundo animan a los ciudadanos a convivir de una vez con el virus y, para ello, rechazan la imposición de medidas de contención más allá de apelar a la responsabilidad individual o a medidas retóricas. Han pasado dos años, todo el mundo está cansado, pero que más contagios provocan más muertes lo dice hasta la OMS.

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