Coronavirus Andalucía

Otro fiasco más de la vitamina D frente al Covid-19

Dos sanitarios del 061 trasladan a un enfermo a un hospital.

Dos sanitarios del 061 trasladan a un enfermo a un hospital. / Juan Carlos Vázquez

La vitamina D ha despertado un inusitado entusiasmo desde su descubrimiento. En los años 20 del siglo pasado hasta las cervezas usaron como reclamo publicitario un suplemento de vitamina D para atraer a más bebedores. Y aunque hay guías clínicas que defienden el papel de la vitamina D en enfermedades y procesos, la evidencia con respecto a la prevención del Covid-19 ha sido hasta la fecha "irregular", según la calificación empleada por The Lancet en un editorial de comienzos de 2021. La prestigiosa revista científica citaba una investigación que contó con más de 20.000 personas en Australia. El resultado fue que no cabía la evidencia suficiente para afirmarse que la vitamina D, pese a su extendido empleo como suplemento vitamínico, no reducía la gravedad de las infecciones de Covid-19.

La evidencia científica continúa hoy en esa línea. Los últimos resultados referidos a la posible acción protectora de la vitamina D frente a la infección de Covid-19 se publicaron ayer. Un amplio grupo de investigadores de universidades inglesas han difundido los resultados de un estudio no revisado aún por la comunidad científica que muestra, que vuelve a mostrar, la nula acción de la vitamina D frente a la infección respiratoria grave y contra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2.

Los médicos ingleses llegan a tal conclusión después de someter a más de 6.000 personas, con una media de edad de 60,2 años, a una ingesta periódica de vitamina D, con los resultados mencionados. "El aporte de vitamina D no reduce el riesgo de infecciones respiratoria grave ni del Covid-19", concluye el último ensayo clínico que ha analizado el papel de la vitamina D en la prevención del Covid-19.

Lo que le falta a la vitamina D es justamente lo que les sobra a otros fármacos que se han usado en los hospitales durante estos dos años de pandemia. Son los ejemplos de la dexametasona, un antiinflamatorio empleado casi desde el inicio de la crisis sanitaria, los anticuerpos monoclonales o, más recientemente, el molnupiravir y el paxlovid, los medicamentos más prometedores para combatir el Covid-19 si se emplean cuanto antes tras el contagio.

Premio andaluz sin evidencia científica

Pese a la escasa evidencia que la vitamina D ha acumulado durante este tiempo de pandemia para prevenir la infección y la infección respiratoria grave, la Junta de Andalucía ha distinguido a uno de los más importantes promotores del empleo de tal suplemento para impedir la enfermedad del coronavirus. Ha sido la medalla de la Investigación, Ciencia y Salud que ha recibido José Manuel Quesada-Gómez el pasado 28 de febrero.

La Junta de Andalucía reconoce la labor de este profesor honorífico de la Universidad de Córdoba y médico endocrino por ser "pionero e ideólogo en el diseño de estudios para abordar el efecto de la vitamina D frente a la infección por SARS-Cov-2". Sorprende, revisando la evidencia disponible, que el galardón haya sido concedido la existencia de "estudios que han sustentado la administración de vitamina D a pacientes infectados por Covid-19 mejorando con ello el pronóstico y resultado de estos pacientes".

Las prácticas clínicas en los hospitales del mundo han sido los que han sido. Y la vitamina D no ha servido para "cambiar el paradigma del tratamiento del Covid-19", como llegó a afirmar el año pasado Quesada, quien, como médico y profesor, es de sobra conocedor del método científico y de la ética clínica.

La Junta de Andalucía sufragó con 400.000 euros el estudio del Quesada al inicio de la pandemia dentro del Programa de Investigación Clínica en Covid-19 y que estaba dirigido a "dar mejor respuesta" frente a la enfermedad entonces muy desconocida. A pesar de que entonces se trataba de meros resultados preliminares, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, asistió en octubre de 2020 a la presentación de las primeras conclusiones del ensayo. Aguirre mencionó entonces "excelentes resultados", unas declaraciones que hoy podrían causar sonrojo.

La evidencia científica se limita a destacar los beneficios de la vitamina D en los países con escaso sol y con afición cervecera. En el Parlamento británico, citado incluso por la Junta de Andalucía para sumar un supuesto prestigio al estudio de Quesada, recuerdan aún los eslóganes de las cervezas del pasado siglo. "Para retener el pico de la soleada salud del verano, para mantener la resistencia a los resfriados invernales, beba Schlitz", decía en 1936 el anuncio en la prensa. (Como si la cerveza necesitara más propiedades.)

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