Declarar el reempleo de grano para siembra impulsa el futuro del campo
Innovación agroalimentaria
La agricultura actual atraviesa una etapa de transformación profunda. Los efectos del cambio climático, como las olas de calor más intensas, la escasez de lluvias o la proliferación de nuevas plagas y enfermedades, están condicionando la viabilidad de muchas explotaciones agrícolas en España y Europa. Las condiciones de cultivo ya no son las de hace veinte años, y cada vez es más evidente que la adaptación del campo será una de las claves para garantizar la sostenibilidad futura del sector.
En este contexto, los agricultores se enfrentan al reto de producir más y mejor, con menos recursos y de manera sostenible. Para ello, contar con variedades vegetales mejoradas es una necesidad, no un lujo. Estas variedades son el fruto de años de trabajo por parte de obtentores e investigadores, y representan una respuesta concreta a los desafíos climáticos y económicos actuales. Su desarrollo, sin embargo, requiere financiación y colaboración por parte de todos los actores.
Una forma directa en que el agricultor puede participar en este esfuerzo colectivo es declarando el reempleo de grano para siembra, especialmente cuando se trata de variedades protegidas. Aunque puede parecer una gestión administrativa menor, esta declaración cumple una función estratégica: permite sostener el sistema de obtención vegetal que da origen a nuevas semillas más resistentes y eficientes.
Declarar es cumplir con la ley y con el futuro
Desde 2017, GESLIVE —entidad que representa a la industria de obtención de nuevas variedades— firmó un convenio marco con varias organizaciones agrarias, ASAJA, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de España, para facilitar el cumplimiento de las obligaciones derivadas del uso de variedades protegidas. Este acuerdo busca que los agricultores no sólo cumplan con la normativa, sino que también contribuyan de forma activa al desarrollo de la innovación agrícola local.
La declaración del reempleo de grano consiste en notificar el uso de grano cosechado en una campaña para su uso como semilla en la siguiente. Este grano debe proceder, obligatoriamente, de una semilla certificada o de un grano de reempleo originado en una siembra anterior de semilla certificada. Si se trata de una variedad protegida, el agricultor está legalmente obligado a abonar una retribución por su uso, salvo que se le considere “pequeño agricultor”, en cuyo caso está exento del pago pero no de la declaración.
La base legal de esta obligación se encuentra tanto en la normativa europea como en la legislación española. Destacan el Reglamento CE 2100/94 del Consejo y el Reglamento CE 1768/95 de la Comisión Europea, así como la Ley 3/2000 de régimen jurídico de protección de las obtenciones vegetales y el Real Decreto 1709/1997 sobre acondicionamiento de granos para siembra.
¿Cómo declarar el reempleo de grano?
El agricultor puede realizar la declaración de manera muy sencilla. Una de las vías es acceder directamente a la página web www.reempleodegrano.com, gestionada por GESLIVE. En ella, se puede registrar como nuevo usuario o entrar con credenciales previas, y completar el formulario correspondiente con los datos de la siembra y las variedades utilizadas. Todo el proceso está diseñado para que sea claro, accesible y rápido.
Otra vía habitual es realizar la declaración a través del centro donde se ha acondicionado el grano. Si el centro de acondicionamiento tiene suscrito un contrato de colaboración con GESLIVE, será este mismo quien realice la declaración en nombre del agricultor, además de cobrarle directamente la retribución correspondiente. En este caso, el agricultor debe recibir una factura detallada que actúa como comprobante del cumplimiento. Por el contrario, si el acondicionador no colabora con GESLIVE, al finalizar la campaña remitirá una relación de los trabajos realizados. A partir de esta información, GESLIVE emitirá una factura dirigida al agricultor, solicitándole el pago de la retribución. Es esencial conservar toda la documentación asociada, ya que puede ser requerida como prueba del cumplimiento legal en caso de inspección.
¿Cuánto debe pagarse y cómo se calcula?
La retribución que debe abonar el agricultor por el reempleo de grano depende de cómo se realice la declaración. Si se acude a un centro de acondicionamiento, el importe está fijado en 16 euros por tonelada de grano limpio acondicionado. Es decir, el pago se calcula en función del grano ya preparado para la siembra, sin impurezas ni tampoco desechos.
En cambio, si la declaración se realiza directamente ante GESLIVE a través de su plataforma, el cálculo se basa en la superficie sembrada y el rendimiento medio de la comarca según el Plan de Regionalización Productiva del Ministerio de Agricultura. Para terrenos de secano con rendimientos de hasta 2.200 kg/ha, la retribución es de 1,5 euros por hectárea. Si el rendimiento está entre 2.200 y 3.200 kg/ha, la tarifa sube a 3,2 euros. En secanos de alto rendimiento (más de 3.200 kg/ha) y en regadíos, la retribución es de 4,5 euros por hectárea.
Estos importes pueden parecer modestos, pero sumados a nivel nacional representan un fondo económico crucial para la financiación de la investigación en genética vegetal. Cada euro aportado por el agricultor se convierte en una inversión colectiva en el desarrollo de semillas más fuertes, más productivas y más sostenibles.
Cumplir con la obligación de declarar el reempleo de grano no sólo contribuye al desarrollo del sector, sino que protege al propio agricultor. Las autoridades competentes pueden requerir, en cualquier momento, pruebas de la legalidad del origen del grano utilizado. Disponer de las facturas correspondientes o estar registrado en la plataforma de GESLIVE asegura la tranquilidad y evita posibles sanciones.
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