Andalucía

La pandemia desactiva una de cada cuatro alertas de maltrato infantil

  • Las llamadas a los teléfonos de atención a niños y adolescentes descienden en un 26,5% en los meses del confinamiento

  • La violencia psicológica o emocional, la situación más repetida durante el estado de alarma

Regalos para una niña que sufrió maltrato infantil en un hospital

Regalos para una niña que sufrió maltrato infantil en un hospital / Toni Albir / Efe

Una de cada cuatro alertas sobre maltrato infantil se han quedado por el camino durante el confinamiento en Andalucía. En los meses de marzo, abril y mayo, los servicios telefónicos dedicados a la infancia y la adolescencia han registrado 1.345 llamadas, cuando en el mismo periodo del año pasado el número de llamadas ascendió a 1.830, es decir, un 26,5% menos. Es la conclusión a la que se llega al analizar el funcionamiento de los tres teléfonos disponibles en materia de infancia y adolescencia.

El registro llevado a cabo por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación deja ver perfectamente los efectos derivados del confinamiento en las alertas recibidas en estas líneas. En enero el descenso respecto a 2019 no llegó al 8%, en febrero se produjo un aumento del 8,2% y en marzo se registró un cambio de tendencia con una reducción del 23,7% de las llamadas recibidas en los tres números.

En abril, que fue el mes con la movilidad más restringida por la epidemia de coronavirus, el descenso alcanzó el 30,1% respecto al mismo mes de 2019, mientras que en mayo se ha detectado una recuperación al limitarse la reducción en el número de llamadas hasta el 25,8%.

A pesar de que el mes con menor actividad ha sido abril, con 404 alertas, el departamento que dirige Rocío Ruiz tiene los datos por quincenas y es precisamente la segunda de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, la que registra un menor número de llamadas desde el estallido de la crisis provocada por el Covid-19. En ese periodo hubo 162 comunicaciones con los tres teléfonos sobre infancia y adolescencia.

Desde entonces el aumento ha sido paulatino, con 175 llamadas en la primera quincena de abril y 229 en la segunda. En los primeros 15 días de mayo se cuentan 241 y en los últimos 15 días fueron 253 las llamadas. En ningún caso se alcanzan las 285 registradas en la primera quincena de marzo.

Unicef alerta del aumento de los casos de maltrato

Sin embargo, el descenso en el número de llamadas no significa que haya menos casos de malos tratos, sino que el confinamiento ha podido provocar que se denuncien en menos cantidad. Desde Unicef Andalucía alertan que las restricciones de movilidad han causado “un aumento de la violencia contra la infancia, tanto en duración como en frecuencia y en gravedad”.

El comité autonómico de este organismo dependiente de la ONU reconoce que los niños corren mayor riesgo de “explotación, violencia y abuso” cuando las escuelas cierran o los servicios sociales dejan de funcionar de forma presencial.

Esta realidad tiene su traducción en las llamadas a los tres teléfonos disponibles sobre infancia y adolescencia. En los meses de marzo abril y mayo de 2019, el 48% de los avisos versaban sobre situaciones de maltrato. Ese porcentaje ha ascendido al 58% en el mismo periodo de 2020.

También ha aumentado el porcentaje de llamadas relacionadas con posibles casos de pornografía infantil –1,4% del total de llamadas entre marzo y mayo de 2020 frente al 0,49% de 2019–, mientras que el resto de parámetros han descendido.

Dentro del descenso generalizado de avisos, resulta llamativo que el porcentaje de situaciones consideradas graves fuera mayor en el periodo de confinamiento que antes de la declaración del estado de alarma y que fuera aumentando de forma paulatina. En enero, seis de cada diez llamadas (60,4%) eran calificadas como graves, mientras que en la segunda quincena de marzo sólo cuatro de cada diez (39,5%) lo eran.

La media de lo que llevamos de año ha detectado un 49% de casos graves, que acaban en los servicios de protección de menores, frente al 40% de casos leves y moderados, que se atienden en los servicios sociales.

El tipo de maltrato más común detectado durante los meses de marzo, abril y mayo ha sido el psicológico y emocional, con 529 casos del total de 1.212, es decir, un 43,5% del total. Le sigue el maltrato físico, con un 28,2% y los casos de negligencia y abandono, con un 21,9%. En los dos primeros meses del año la distribución fue algo distinta, ya que la fórmula más común de maltrato fue la negligencia y el abandono, con 301 casos y un 30% del total.

El maltrato psicológico y emocional, que ha sido el más común durante el confinamiento fue el segundo más habitual en enero y febrero, con 268 casos y un 27%. El maltrato físico se mantiene similar, con un 26% de los casos.

Las otras tipologías aparecen menos, pero destaca la diferencia en los casos de corrupción de menores, que no se detectaron en enero y febrero, pero en los meses posteriores se han notificado 18 casos. Con las llamadas sobre violencia sexual ocurre al contrario, con 46 durante enero y febrero y 24 entre marzo y mayo. También es llamativo que se produjeran 106 avisos por expulsiones del hogar en los dos primeros meses del año y sólo 14 en los meses posteriores.

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