Juan Bosco Díaz Urmeneta, crítico de arte de Diario de Sevilla y el Grupo Joly desde su fundación, ha fallecido esta madrugada en el Hospital Virgen Virgen Macarena a la edad de 76 años por complicaciones derivadas de una enfermedad. Profesor titular de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad de Sevilla, ya jubilado, comisario, conferenciante y escritor, ejerció un decisivo magisterio intelectual sobre distintas generaciones de artistas y creadores desde las aulas, los medios de comunicación (fue también crítico de arte de El País) y los museos.

Las diversas ediciones de su curso Transformaciones, sus clases en el Museo Guggenheim de Bilbao y las monografías que dedicó a Joaquín Sáenz, Teresa Duclós o Carmen Laffón son obras esenciales de su generoso legado. Fue autor del catálogo razonado de Carmen Laffón y comisario del Semestre Laffón, el proyecto expositivo más completo dedicado a la sevillana, amiga y cómplice desde que compartieron camaradería y compromiso político en su juventud. 

Bosco ante la serie 'La Sal' de Carmen Laffón en el CAAC.

En su importante producción bibliográfica figuran Individuo y racionalidad moderna. Una lectura de Isaiah Berlin (1994), La tercera dimensión del espejo. Ensayo sobre la mirada renacentista (2004), Joaquín Sáenz. Una poética del paisaje (2011), Carmen Laffón. Apuntes para una biografía artística (2015) o Teresa Duclós. Un sostenido diálogo con la pintura (2017). Como ensayista atendió temas muy diversos en títulos como José María Yturralde o la fascinación por el espacio (2011), Expectativas de la forma –en Soledad Sevilla, Variaciones de una línea, 1966-1986 (2015)– o Campos de color e identidad del yo. Una lectura de la abstracción pictórica (2015).

Su labor como comisario se multiplicó tras su decisivo trabajo para la Fundación Aparejadores de Sevilla donde puso en marcha la serie Procesos (2001-2009) que dedicó a Manuel Barbadillo, Ricardo Cadenas, Curro González, Manuel Quejido, Elena Asins, Guillermo Pérez Villalta, Antonio Sosa y Soledad Sevilla.

Leal y generoso, nunca faltó a su compromiso con los lectores de este medio, como prueban su último obituario, dedicado a Christian Boltanski, y el ahora colofón de su aclamada serie Tiempos de Arte, centrada en las Parcas de Goya.

Su honestidad, su ética y su lucidez intelectual fueron siempre de la mano. Descanse en paz.