Son el plato favorito de muchos pequeños y adultos. No exigen mucho tiempo, resultan baratas y gustan por igual a todo tipo de públicos. Además, existe una gran variedad de ingredientes, texturas y tamaños. Las pizzas precocinadas son una de las opciones alimentarias más extendidas en los hogares españoles.

Contar con una pizza precocinada en el congelador puede salvarnos de más de un imprevisto. Por estas razones, la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, ha realizado un análisis de hasta 16 pizzas refrigeradas, con el objetivo de conocer las mejores opciones disponibles en el mercado. 

Análisis de las pizzas refrigeradas

El primer dato que hay que tener en cuenta es que este tipo de alimentos pueden salvarnos de cualquier imprevisto a la hora de comer o cenar, incluso ahorrarnos tiempo, pero que son alimentos con muchas calorías. Hablando en términos nutricionales, las pizzas precocinadas son una fuente de grasas saturadas y con un alto contenido en sal. Por lo tanto, no deben ser un recurso habitual o consumirla de forma más que esporádica. 

Para llevar a cabo el análisis, la OCU ha tomado como referencia los sabores de jamón y queso y el de cuatro quesos, al ser las más consumidas. En cuanto al precio, ronda una horquilla de entre 1,83 euros y 2,66 euros. 

Entre las pizzas con sabor a jamón y queso, la organización elije las de la marca Casa Tarradellas como la mejor opción dada la gran calidad de embutido. Las de la marca Hacendado y Auchan por su parte reciben la etiqueta de Compra Maestra. Por su parte, las pizzas con sabor a cuatro quesos más recomendadas también corresponden a Casa Tarradellas, dado que cuenta con las mejores valoraciones. En cuanto a calidad precio en este sabor, Carrefour destaca como la Compra Ventajosa de esta categoría.

Consejos para obtener pizzas más sabrosas

Aunque optemos por la compra de pizzas precocinadas, y no a domicilio, estas pueden cocinarse de forma que consigamos sacarle todo el sabor que contienen.

La OCU recomienda el uso del horno por encima del microondas. Para ello encenderemos este electrodoméstico y lo precalentaremos antes de meter nuestro producto, encendiendo arriba y abajo sin ventilador. A continuación, colocaremos nuestra pizza en la parte de abajo sobre una rejilla, de modo que la masa reciba más calor mientras que la parte de arriba, donde se depositan los ingredientes, reciba menos exposición. 

Se recomienda dejar siempre en el horno 2 ó 3 minutos más de lo aconsejado por el fabricante en las instrucciones para que quede realmente hecha. Muchos usuarios también optan por mejorar las pizzas precocinadas con ingredientes propios y adicionales, mejorando el sabor propio de este tipo de alimentos: más queso, cebolla, pollo, jamón... las posibilidades son infinitas y se encuentran enteramente a la disposición del consumidor final.