Consumo

Estás practicando esta técnica en tus compras sin saberlo

Hay técnicas que aplicamos sin saberlo a la hora de realizar nuestra compra.

Hay técnicas que aplicamos sin saberlo a la hora de realizar nuestra compra.

El contexto económico y político en el que nos encontramos en la actualidad está directamente influenciado por el conflicto ucraniano, ya que no sólo está acaparando todas las agencias mediáticas y políticas de todo el globo, sino que está a su vez teniendo consecuencias económicas catastróficas

Por ello, no es raro observar escasez de productos de consumo varios a causa de la dependencia del suministro tanto ucraniano como ruso de otros países y subidas de precio desorbitadas en energías, combustibles y muchos más bienes.

A raíz de estas dificultades, usuarios de todo el globo están buscando maneras de poder reducir el impacto de estas dificultades económicas en sus presupuestos, ya que aunque los precios cada vez sean más altos y los bienes más escasos, los sueldos y, por tanto, el presupuesto individual en general, se mantienen mayoritariamente estables.

Una solución a este auge en los gastos es una técnica que, sin siquiera conocer su nombre, estamos practicándola en gran parte del planeta cada vez que planificamos nuestras compras. Esta se conoce como downtrading.

¿Qué significa downtrading?

Al oír esta palabra, no es extraño pensar que estamos hablando de algún tipo de método de inversión para brokers recién salidos de Wall Street. Sin embargo, esta reacción no puede ser más errónea. El downtrading es una tendencia en auge, desgraciadamente a causa de los trágicos eventos que vienen sucediendo en Ucrania por unos meses y la inflación e inestabilidad que han surgido a raíz de los mismos.

El concepto es, en realidad, no sólo extremadamente simple, sino que se viene practicando durante décadas aunque aún no se hubiera empezado a utilizar esta denominación. Downtrading es un método mediante el cual el consumidor es capaz de adaptar su presupuesto a una coyuntura económica complicada, y este consiste en buscar constantemente sustitutos más asequibles a bienes cuyo precio está siendo afectado por la inflación.

Así pues, por ejemplo, si se produce una escasez de aceite de girasol que provoca que este se encarezca desmedidamente, como es el caso en la actualidad, aplicar el downtrading al uso de este producto es buscar otros productos oleicos que puedan servir su propósito sin costar al consumidor, hablando mal y pronto, un ojo de la cara.

Sin embargo, el ahorro producido por el downtrading puede ser anulado fácilmente por las compañías. En cuanto se produce una demanda muy elevada de un sustituto a priori más barato que un producto con el precio inflado por determinadas circunstancias, no es extraño que los productores de dicho sustituto aumenten el precio, aumentando sus beneficios a costa de reducir el ahorro del consumidor.

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