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Año de Mundial: lo que todos los futbolistas piensan y ninguno dice

  • La insinuación del Papu Gómez sobre dónde tendrán la cabeza los internacionales en el mes previo a la cita de Catar pone el acento en un conflicto tan antiguo como el fútbol

Papu Gómez, junto a Messi y Mascherano en una imagen de archivo.

Papu Gómez, junto a Messi y Mascherano en una imagen de archivo. / YURI KOCHETKOV / EFE

El asunto es tan antiguo como la historia de los Mundiales. Viene a ser algo que los directores deportivos asumen cuando se deciden a fichar a un jugador contrastado, con una carrera dilatada detrás o con una gran proyección internacional para el futuro inmediato. Si la pasada campaña el Sevilla tuvo que resignarse a la marcha de tres jugadores de su plantilla a la Copa de África en plena competición -dos de ellos titulares-, sin que la FIFA ofrezca señales de dar una solución a esta cuestión que cada vez afecta a más clubes, las polémicas declaraciones de Alejandro Papu Gómez en Argentina vuelven a poner en la actualidad la indefensión de los clubes que pagan a sus estrellas ante la tiranía de las selecciones nacionales, algo que siempre está presente y que en año de Mundial se recrudece.

Lo que ha dicho el centrocampista del Sevilla es algo que siempre se ha dicho de todos los internacionales cada vez que ha habido Mundial o Eurocopa. La diferencia ahora es que el cambio de fechas hace que estas especulaciones tengan aún, si cabe, más gravedad. Siempre se ha dicho que los mundialistas o los internacionales que van a estar en una Eurocopa aflojan en su rendimiento en sus clubes en la temporada anterior a una gran cita. Está siempre presente el riesgo de una lesión que haga perderse el Mundial (Dragutinovic se rompió el tendón de Aquiles un mes antes), el desgaste físico, el cansancio acumulado... aunque por otra parte el futbolista necesita mantener el ritmo competitivo jugando asiduamente en su equipo, una ecuación difícil de regular.

Pero las declaraciones del Papu Gómez han levantado ciertas suspicacias. Sin querer decir nada, lo ha dicho todo y compañeros como uno de los capitanes, Ivan Rakitic, ya han salido al paso. “Juegas cada tres días, viajes, partidos... El último mes va a ser complicado. Antes de que arranque el Mundial va a ser complicado, hay que ver dónde vas a tener la cabeza. Con toda la sinceridad del mundo, va a ser así”, ha comentado el ex jugador del Atalanta, ya de 34 años, en la última concentración de la selección argentina, una de las favoritas para ganar el Mundial. Además, incluso no se ha cortado para, puestos en una balanza, preferir un título con la albiceleste que con el club que le paga su contrato. “La gente me va a saber entender, pero un Mundial con tu país es lo máximo, no hay mucho donde elegir”, respondió cuando le preguntaron por una elección entre el título en Catar y ganar la Champions con el Sevilla.

Del club aún nadie ha valorado estas declaraciones, que no dejan en buen lugar al Sevilla (quizá alguien tendría que haber salido ya a escena). Sólo Rakitic ha saltado en un medio local: “Ya me encargaré yo de que tenga la cabeza en el Sevilla”. Luego, en la complicidad del vestuario, el tirón de orejas será o será, es decir, probablemente estará más cerca de la broma que de la advertencia.

El caso es que el Sevilla, y su entrenador (cuya continuidad está en el alambre), se juega muchísimo en este mes y medio hasta que la Liga y la Champions paren para el Mundial. También el Betis, que tiene entre sus filas a varios jugadores que tienen muchas posibilidades de estar en Catar (William Carvalho, Guardado, Guido, Pezella, Borja Iglesias, Rui Silva, Bravo... hasta Fekir), se juega mucho en la competición nacional y en la Europa League, que, como la Champions, va a definir su cuadro final antes del Mundial.

Los clubes reciben una asignación por cada jugador que ceden a cada cita internacional, pero las cantidades no sufragan las pérdidas que a veces éstos ocasionan. La ECA (Asociación de Clubes Europeos), por ejemplo, estableció con la UEFA unos baremos que se estipulan por cada día de concentración. Desde 3.000 euros por día que suben en caso de que las selecciones vayan pasando fases.

Sin embargo, todo está en una nube en cuanto a cuantificar lo que ha dejado caer el Papu, que no es más que lo que se ha dicho entre bambalinas toda la vida y nadie se atrevió a hacerlo públicamente. La falta de compromiso con los intereses del club que paga las nóminas es una cuestión muy grave que tiene difícil gestión en el interior de un vestuario. Son cuestiones que siempre se han dejado para los entrenadores, que suelen tirar de mano izquierda y sus dotes psicológicas para gestionar y negociar con los propios jugadores este conflicto de intereses tan antiguo como el fútbol.

Catar, el Mundial más sevillista de la historia

Si todos los jugadores afectados en el Sevilla por esta situación se tomaran al pie de la letra la reflexión del Papu Gómez, Lopetegui ya podría ir haciendo las maletas y los gestores del Sevilla empezar a planificar la próxima temporada. Hasta once futbolistas de la plantilla nervionense tienen serias posibilidades de estar en Catar, la mayor participación de la historia de jugadores propiedad del Sevilla en un Mundial. Los argentinos Acuña. Montiel y el citado Papu, los serbios Gudelj y Dmitrovic, los marroquíes Bono y En-Nesyri, lso daneses Delaney y Dolberg, el brasileño Alex Telles y hasta el mexicano Tecatito Corona si llega a tiempo en la recuperación de su lesión.

El Sevilla, aparte de jugarse su clasificación para los octavos de Champions (clave en el presupuesto anual) con dos partidos ante el Borussia Dortmund cruciales, se medirá antes del Mundial a Atlético de Madrid, Athletic o Real Madrid, mientras que el Betis tiene un duro doble enfrentamiento con la Roma por Euroopa y duelos en la Liga ante Atlético, Valencia o Sevilla, en un derbi a primeros de noviembre. 

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