Getafe -sevilla

Como si fuera el Camp Nou

  • El Sevilla tratará de romper de una vez el maleficio que lo acompaña de viajero en el campo del Getafe. Ambos rivales califican la cita de final, con matices.

Si hay un estadio que se le da particularmente mal al Sevilla éste es el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz. El estadio con el nombre del ex goleador verdiblanco se aparece cada año en el calendario sevillista como una chinita en el camino, una chinita que a veces se ha convertido en un pedrusco de imposible digestión, pues el Getafe se ha atravesado en el camino del equipo blanquirrojo y ha frustrado su objetivo casi sin querer. Sin embargo, el Sevilla es visto desde fuera como claro favorito para romper de una vez el maleficio que lo acompaña de viajero precisamente en este estadio de amargo regusto. El anfitrión no está para alardes y concatena nada menos que siete derrotas consecutivas, su peor racha desde que ascendió a Primera División en la primavera de 2004.

Sevilla y Getafe, Getafe y Sevilla por respetar el orden que marca el protocolo, han calificado el partido de pequeña final, con algunos matices. En el caso del equipo de Unai Emery los deberes del curso están casi hechos, toda vez que se ha clasificado para la final de la Copa del Rey y virtualmente tiene amarrada su nueva participación en Europa el curso próximo, tras vencer al Eibar el miércoles pasado. En el caso del conjunto de Fran Escribá, esa pésima racha sin precedentes desde que los azulones militan en Primera los ha llevada al fango de la lucha por la permanencia. Están igualados con el antepenúltimo y se han encendido todas las luces de alarma en el Coliseum. La conjura existe en ambos casos, pero la necesidad de la supervivencia puede a veces más que el prurito por degustar un plato mejor.

Este Sevilla inquieto, no obstante, quiere más y está entusiasmado por la posibilidad de dar alcance al Villarreal en la cuarta plaza. Nueve puntos los separan, con el condicionante importante de que el equipo de Marcelino García Toral, que está realizando, dicho sea de paso, la mejor temporada en cuanto a puntos desde que está en Primera División, debe rendir visita a Nervión. A eso se agarran los sevillistas, que saben que para que dentro de dos domingos, Domingo de Pasión por más señas, se juegue una verdadera final en el Sánchez-Pizjuán deben ganar hoy al aturdido Getafe.

Para ello el camino más adecuado es afrontar el partido con la intensidad, la convicción, la estrategia y el respeto con que lo afrontó no hace ni siete días en el Camp Nou. A la hora de la verdad, el Getafe pondrá el mismo empeño que el Barcelona en llevarse el triunfo, impelido por su necesidad, y ahí tendrá que oponer el Sevilla toda su solidez defensiva y toda su capacidad ofensiva para decirle al rival quién es quién. Porque lo que es evidente y no necesita explicación alguna es que este Sevilla es infinitamente superior a este Getafe.

El partido se juega, además, con el añadido de que justo antes se habrá disputado el Villarreal-Las Palmas, con lo que el resultado del duelo del directo rival para ambos equipos puede espolear aún más a cada uno, según cómo haya quedado el duelo de El Madrigal. Pero esto no deja de ser un factor externo.

En lo puramente interno, cabe pensar en que Emery dispondrá lo mejor que tiene para intentar torcer de una vez por todas el feo sino que padece el Sevilla como forastero. El partido en Basilea aún queda lejos y Gameiro descansó lo suficiente el miércoles como para ser titular hoy. Y lo mismo se puede decir de otro futbolista que demostró que ya está en el punto óptimo de la temporada en el Camp Nou, Vitolo. Con Krohn-Dehli como fijo en la banda izquierda dada su positiva regularidad, la medular podría tener alguna variación visto el cansancio que acumulan N'Zonzi y Cristóforo. Quizá Carriço aporte oxígeno ahí, mientras que en la defensa debe ingresar Kolodziejczak, curiosamente, el futbolista de campo con más minutos en total... quién lo iba a decir. A ello, Emery unirá el habitual refresco en los laterales.

Enfrente, el Getafe esperará con lo que tiene, que no es poco mirando el nombre de algunos futbolistas como Pedro León, Álvaro Vázquez, Lacen, Sarabia, Moi Gómez o el ex sevillista Cala. Por no se sabe bien qué, ha entrado en barrena, pero algún día resucitará... Que no ejerza de médico el Sevilla. No es su misión.

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