No es Champions, es fútbol
las palmas - sevilla · informe técnico
Sin calidad que proponer, la adaptación al medio y al contrario fue nula.
A esto es muy fácil jugar. El fútbol requiere una filosofía muy simple. Se trata de adaptarse a las circunstancias mejor que el contrario y las circunstancias cambian de un partido para otro. Unai Emery alineó en el estadio Gran Canaria, un escenario que en nada se parece a los recintos que acogen partidos de la Champions, un once un tanto extraño, como extraño sigue siendo todo lo que rodea a lo que impide jugar a determinados futbolistas de esta plantilla que es la más cara de la historia del club. Esta vez fueron Konoplyanka y Mariano los que se quedaron fuera casi en el calentamiento por problemas de salud.
Luego está lo que el entrenador busca en cada partido con la forma de jugar del rival. En esta ocasión, unido a la falta de efectivos, el mal estado del campo y la disposición de Las Palmas con tres centrales y carrileros animó a Emery a reforzar el centro del campo para compensar la mayor acumulación de hombres del contrario en esa zona, en la que al jugar con dos delanteros también restaba el Sevilla un efectivo.
Pero sobre el campo no había la calidad necesaria como para no jugar ese fútbol que ya el Sevilla pareció olvidar. El oropel no luce rodilleras ni coderas y cuando salen del equipo determinados jugadores la calidad del mismo baja mucho, tanto hasta ponerse a merced de un recién ascendido que, como los nervionenses, no conocía la victoria tampoco.
Defensa
Hombres con mucho tiempo sin competir como Cristóforo lastraron uno de esos días espesos de Krychowiak (ya van unos cuantos), o de Iborra (empeñado en no entregar ni un balón a ras de suelo). Emery privó al equipo de un hombre en defensa con Immobile, aunque en teoría debía ser una ayuda en la primera línea de presión, la cual era superada fácilmente por Las Palmas. El Sevilla acumuló hombres por dentro, pero no entendió el juego de rebotes y duelos pese a salir con un poquito más de intensidad que contra el Celta. Además, Krohn-Dehli, con una función similar a la que suele tener Banega, tampoco se exprimió en esa faceta.
Todo se iba reflejando atrás, donde los laterales, sobre todo Tremoulinas por su poca naturaleza defensiva, sufría, haciendo recular al equipo entero.
Ataque
La apuesta inicial no resultó por falta de continuidad. La búsqueda de Llorente y la segunda oleada era incompleta. Sin bandas, el juego interior no aparecía por incapacidad del triángulo formado por Iborra, Cristóforo y Krohn-Dehli, pero en la segunda mitad Emery metió a Reyes y Vitolo para buscar profundidad y centros. Curiosamente, los balones arriba coincidieron con la ausencia ya de Llorente y la presencia de Gameiro.
Virtudes
Tímida y pobre reacción.
Talón de Aquiles
Sin remangarse la calidad debe imponerse y el Sevilla no hizo ninguna de las dos cosas. El balón parado fue un recurso desperdiciado.
Uno por uno
Sergio Rico Correcto. Sin responsabilidad en los goles.
Coke Se metió en el fango, pero se contagió de tantas imprecisiones a su alrededor.
Andreolli El centro del 2-0 lo pilló en su trayectoria, pero no fue a por él.
Kolodziejczak Desbordado en las oleadas canarias.
Tremoulinas Lesionado o no, sigue en un preocupante mal estado, aparte de que defensivamente nunca fue un muro. Se relajó en el primer gol.
Krychowiak Otro mal partido, aunque se tapara a veces. No ganó el salto del 1-0.
Iborra No devolvió ni un balón por bajo. Impreciso y torpe.
Cristóforo No está. El hombre hizo lo que pudo, pero no encaja ahora mismo en este equipo.
Krohn-Dehli Lo intenta, pero no decide.
Immobile En zona de nadie, ni ayudaba en la presión ni recibía balones en condiciones.
Llorente Los centros aparecen, otra vez, cuando él no está.
Gameiro Evitó el empate. A contrapelo e impotente.
Reyes Su salida trajo fútbol.
Vitolo Sin espacios, sin fuerzas.
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