En verano la idea primigenia que tenía Luis Casimiro, cuando áun pensaba que seguiría en Sevilla, era que Leo Cizmic fuese miembro de pleno derecho de la primera plantilla. Ese diseño lo mantuvo en su cabeza Zan Tabak, pero cuando se lesionó Marc García y llegó Domen Lorbek como temporero al croata se le cerraron las puertas en el Betis Energía Plus. Ahora, la joven promesa balcánica inicia una nueva aventura en otro equipo, el Aceitunas Fragata Morón, con el objetivo de tener los minutos que en la ACB no dispondrá y disputar una competición más exigente que la EBA, en la que debutó la semana pasada con el filial verdiblanco en Córdoba con 20 puntos, cinco rebotes y 20 de valoración en 27 minutos jugados.

El alero balcánico debutó en la ACB la pasada temporada con 17 años y tres días, ante el Baskonia y se convirtió en el jugador de la entidad hispalense más joven en estrenarse en la Liga Endesa adelantando a Beka Burjanadze, ahora en el Andorra, por sólo 10 días. El tercero en la lista de jóvenes del cuadro sevillano es Kristaps Porzingis, ahora estrella en la NBA con los Kinicks, que debutó con 17 años y dos meses.

También con 17 años llegaron a Sevilla Tomas Satoransky y Joan Sastre. Los dos tomaron la alternativa en la ACB de la mano de Joan Plaza con esa edad, muy cerca de los 18 ambos, en 2009, y fueron piezas importante del equipo en ese ejercicio 2009-2010. El checo, base de los Wizards de la NBA este curso, disputó 26 partidos y el balear participó en 10.

Porzingis, en la 2012-2013, compaginó el júnior con los entrenamientos con el primer equipo, llegando a disputar siete partidos en Liga Endesa y tres de Eurocup antes de tener ficha de pleno derecho la campaña siguiente. Otras jóvenes promesas que dieron sus primeros pasos en el cuadro hispalense, aun teniendo pocos minutos y oportunidades al inicio fueron Radicevic y Balvin. El serbio llegó a la capital andaluza con 18 años y en la 2012-2013, como el pívot letón, estuvo a caballo entre el filial y el primer equipo, disputando también siete partidos en la ACB y tres en la Eurocup. Al año siguiente tuvo un papel más activo con 21 encuentros, antes de ser pieza clave en la 2013-2014. El checo, por su parte, debutó con 19 años de manera testimonial, al final del curso 2010-2011. En el siguiente, aún no entró del todo en la dinámica (seis partidos) y no fue hasta la campaña 2012-2013 cuando se ganó su sitio.

En Sevilla los jóvenes, sobre todo los últimos años, han tenido un papel destacado. Mimados porque el club creía en ellos, pero ninguno se crió fuera. Los que se fueron ya no encontraron su sitio ni volvieron. Los últimos, Corrales o Salash.

Con Cizmic se tienen muchas esperanzas. Es un alero de 2,04 metros con buen tiro y capacidad para penetrar. Una opción era darle minutos en determinados partidos y que creciera trabajando día a día con el resto de profesionales del club; la otra, la elegida finalmente, buscarle una cesión. No ha sido a un conjunto de LEB Oro, sino al Morón de Javier Fijo y el veterano Echegoyen donde coincidirá con Alejandro Rodríguez, también canterano del club que ya está jugando con el cuadro aruncitano para que siga allí su evolución.