Pepe Mel mostró todas sus credenciales de entrenador en un digno escenario. El técnico tuvo la deferencia, para quien no hubiera estado atento, de explicar tras el encuentro cuáles fueron los cambios que realizó para enderezar el rumbo de un partido que llegó a peligrar en su primer tercio. Entre ellos, fue clave la salida de Beñat, pero también la ubicación de Salva Sevilla como interior izquierdo, desde donde escalonó mejor la salida ofensiva del equipo. Y también fue fundamental la salida de Israel para que, ya como extremo en lugar de Salva Sevilla, el Betis saliera a la contra y matara un partido que apenas peligró tras la rigurosa expulsión de Nacho. Para rematar su gran papel, Beñat marcó un golazo de falta que cerró un gran triunfo.

Defensa

Goitia debe salvar a su equipo en dos o tres ocasiones claras en una primera mitad en la que el Betis sufrió los arreones de un Elche que salió más metido. El sistema defensivo del Betis se sostiene por poco. Una vez que el Elche sobrepasa la primera línea de presión, Iriney y Salva Sevilla tienen demasiados metros que abarcar y la defensa ha de dar un paso atrás para evitar ser sobrepasada por la movilidad de Kike Mateo y Generelo y las subidas de Edu Albácar, que hacen daño por la izquierda. Mel corrige esta peligrosa situación cambiando de banda a Momo y Caffa y ordenándoles que bajen a ayudar a los laterales, al tiempo que Salva Sevilla se sitúa en paralelo a Iriney para repartir mejor los espacios. El Betis aprieta los dientes y va más de verdad a los choques, lo que le cuesta las tarjetas de Iriney y Nacho. Aun así, cuando el equipo empieza a soltarse en ataque, la separación de líneas provoca rápidas y peligrosas contras ilicitanas.

En la segunda mitad, la defensa muestra firmeza una vez que Rubén Castro hace el 0-1. Los centrales y Goitia se muestran seguros en los balones colgados y ni con uno menos sufre de veras el Betis. Beñat e Iriney taponan el centro.

Ataque

Antes del rediseño táctico, sólo las rupturas de Emana propiciaron algunas alegrías ofensivas inocuas. Salva Sevilla, anclado en una posición atrasada, tiene poco contacto con el balón y hay abuso del fútbol directo, como en varias ocasiones en las que Dorado lanzó hacia Emana o Rubén Castro para que realizaran prolongaciones. Pero Mel equilibra el equipo con la entrada de Beñat, liberando a Salva Sevilla en la posición de interior. El resultado llega pronto: robo de Beñat y lanzamiento de Caffa a Rubén Castro, que marca con una sutileza tras una galopada. El Betis pasó del inicial 4-1-4-1 al más equilibrado 4-2-3-1, pero Mel dio una vuelta de tuerca más en busca de rematar a la contra y terminó con un 4-3-3 con la entrada de Israel (4-4-1 tras la expulsión de Nacho). Todo un abanico táctico que concluyó con el éxito del triunfo.

Virtudes

La perfecta lectura de Mel y la versatilidad de sus disciplinados futbolistas, desde Beñat y Salva Sevilla hasta Iriney, Rubén Castro, Emana o Caffa.

Talón de aquiles

Entró frío al campo y, si no media Goitia, le pudo costar el partido.