Digard, la apuesta más ambiciosa

El Betis negocia con el Niza por el medio defensivo, al que sólo queda un año Mel ha pedido dos centrales o uno y otro, como el galo, que se adapte

Digard, la apuesta más ambiciosa
Digard, la apuesta más ambiciosa
Javier Mérida

18 de julio 2013 - 05:02

Pepe Mel está apretando fuerte y los nombres que se vienen asociando al Betis en los últimos días son ciertamente de un nivel futbolístico acorde a un equipo que en la temporada que entra va a disputar la Liga Europa.

El técnico madrileño, además, ha comenzado a verle las orejas al lobo con la lesión de Amaya y ya le ha pedido a Vlada Stosic que desea dos centrales o, al menos, uno y un medio defensivo que pueda adaptarse perfectamente a esa posición, toda vez que Lolo Reyes no tiene la suficiente estatura para ello y, además, es muy inexperto, al igual que Carlos García.

Así, la secretaría técnica se ha puesto manos a la obra y ha entablado una pronta negociación con el Niza encaminada a hacerse con los servicios de Didier Digard, medio centro defensivo de 27 años en el umbral de la internacionalidad y que acaba contrato en junio de 2014.

Precisamente, el Niza está negociando sin suerte su renovación, ya que no quiere desprenderse de él, de ahí que haya solicitado una cantidad algo fuera de mercado, no por el valor de Digard sino por el hecho de que acabe contrato en un año. El futbolista tiene pretendientes en Francia, entre ellos el Toulouse, y en España, donde Atlético de Madrid, Valencia, Málaga y Sevilla (éste siempre si se deshacía de Kondogbia) lo tienen o han tenido en el punto de mira.

El agente del jugador, Stephan Courbis, trata de apagar fuegos en torno al interés de varios clubes por el futbolista: "Estamos negociando su renovación de contrato con el Niza; no podemos hablar de ofertas de otros".

Por eso el Betis se ha movido rápido y habría hecho una primera oferta de 2,5 millones de euros por el medio de cierre, de 1,83 metros de estatura. Digard pasa por ser un futbolista duro, con un carácter similar y que luce un cuerpo completamente tatuado. En concreto, son actualmente 17 los tatuajes que adornan su exuberante musculatura.

Con todo, no es la única gestión que el Betis está haciendo en el centro del campo, toda vez que desde Italia se asegura que el club verdiblanco se ha interesado por el argentino Ezequiel Schelotto, aunque éste es más un futbolista que se desenvuelve por la banda derecha. El Hellas Verona y el Valencia también pretenden al jugador del Inter, aunque el destapado interés del Betis podría venir de antes de que concretase el fichaje de Steinhöfer.

Paralelamente, en Arabia publicaban ayer que el Betis se había interesado por el centrocampista colombiano Jairo Palomino, que juega en el Al-Ahly. Jairo tiene 24 años y llegó al equipo árabe procedente del Atlético Nacional de Medellín y quiere jugar en Europa porque, entre sus objetivos, no descarta hallar acomodo en la lista de 23 que dé José Néstor Pékerman para el Mundial de 2014.

Sea como fuere, Stosic y su gente no paran de trabajar en estos días y Mel, lógicamente, exige futbolistas de primer nivel, como es el caso sobre todo de Digard. La apuesta es muy difícil, no ya por la valía económica del jugador francés, sino por la dura competencia que va a tener el Betis, máxime cuando alguno de los clubes que está agazapado a la espera dé la cara al ver que podría perderlo.

Su representante, Stephen Courbis, no estaba ayer al tanto de las gestiones emprendidas por el Betis, que sí del añejo interés sevillista, señal de que los técnicos verdiblancos, en contra de lo que suele ser habitual, han preferido conocer primero las pretensiones económicas del club, en este caso el Niza, toda vez que si éstas se les va de su horquilla sería absurdo tratar de llegar antes a un acuerdo con el futbolista.

Ni que decir tiene que la llegada de un futbolista de esta talla reforzaría una parcela muy necesaria en el Betis, máxime, si como es el caso, se trata de un futbolista que coyunturalmente podría alinearse como defensa central, la posición que es el verdadero quebradero de cabeza del entrenador, quien ni siquiera está pudiendo ensayar como le gustaría estos días, entre los futbolistas que faltan y la inopinada lesión de Amaya, cuyo alcance último se desconoce ya que al madrileño no le remite la inflamación que sufre en su rodilla derecha.

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