España también lidia en la altura
Tenis l Copa Davis
Aun con dificultades, Nadal y Ferrer adelantaron al equipo nacional (2-0) en la semifinal ante Estados Unidos · Los españoles, a un punto de la final, sufrieron con el potente saque de los norteamericanos
El equipo español de Copa Davis dio un golpe de mano espectacular al adelantarse por 2-0 en la primera jornada de la semifinal contra Estados Unidos y dejar al defensor del título y ganador en 32 ocasiones de este torneo al borde de la eliminación.
La jugosa ventaja con la que España cerró la faena no se consiguió sin gotas de sudor ni sufrimiento, ni siquiera sin incertidumbre, porque los americanos, a priori víctimas, se beneficiaron probablemente de la altitud de la capital, que tanto conflicto generó entre jugadores y Federación, para lucir dos extraordinarios servicios con los que realizaron su particular asedio sobre los representantes de la Armada. Nadal y Ferrer, no obstante, demostraron mentalidad para sobreponerse a las circunstancias desfavorables y situar a España, campeón en dos ocasiones, a un solo punto de clasificarse para la que sería su sexta final en esta competición gracias a sus triunfos. El primero, el del manacorí, que venció a Sam Querrey -39 del mundo- por 6-7 (5), 6-4, 6-3 y 6-4, y el segundo el de un sensacional David Ferrer, que se se impuso a Andy Roddick, por 7-6 (5), 2-6, 1-6, 6-4 y 8-6.
La duda, sin embargo, flotó sobre el coso madrileño. ¿Sería capaz Nadal de deshacer la estrategia del estadounidense basada en su saque y poco más, centrarse en la pista, y calmar sus emociones ante 16.000 aficionados que gritaban de forma atronadora?
En su debut como número uno del mundo en la Copa Davis, el de Manacor no podía permitirse un desliz que hubiera sido fatal y recurrió a la fortaleza de sus piernas para subsanar sus errores con la derecha. Así, el castigo que infligió a Querrey, de lado a lado de la pista, terminó por darle una victoria demasiado trabajada, pero muy valiosa. Nadal, que sufrió con el saque de su rival, acabó incluso con mejor porcentaje de primeros (67% para el español por 64% para Querrey) y un decepcionante guarismo de 74 errores no forzados para el de San Francisco, que al final terminó admitiendo lo que ya es sabido: "Nadal nunca desaparece".
David Ferrer tampoco desapareció ni se arrugó ante el potente servicio de Roddick, que conectó 22 saques directos y que llegó a dominar por dos sets a uno al español. Pero el de Jávea, que se despistó en el segundo y tercer set, reaccionó y llevó el partido al terreno más conveniente, el del cuerpo a cuerpo en los largos intercambios desde el fondo.
Hubiera sido anormal que Ferrer perdiera contra Roddick en su primer enfrentamiento sobre tierra batida, después de que el español haya sido capaz de ganarle tres veces en superficie rápida, la última en la semifinal de la Copa Masters de Shanghai el año pasado.
Con los gritos de "torero, torero" y "David, David", el español fue llevado en volandas por el público. En la quinta manga llegó a ir con ventaja de 2-0, pero sus nervios le hicieron ceder esa diferecia. El alicantino mantuvo la calma y se prestó a un desenlace largo, donde tenía todas las de ganar con los aficionados a favor. No los defraudó y, poco a poco, supo tomar medida a las subidas de Roddick. Una ruptura en el decimotercer juego fue suficiente para que, al siguiente, Ferrer hiciera explotar Las Ventas con un júbilo exultante.
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