El Betis sigue sin efectuar una declaración oficial tras confirmarse el domingo el descenso a Segunda, pero Lopera sí inició ayer los primeros movimientos para empezar a asimilar la realidad. El máximo accionista deslizó a su gente más cercana que no le encuentra explicación a la caída en picado del equipo, a la vez que repitió el mensaje que ya lanzó el viernes en Montecastillo. "¿Qué más puedo hacer? Si he traído a los jugadores y el entrenador que todos querían", insistió Lopera, que lanzó un mensaje similar a través de la radio oficial.

Los primeros movimientos empezaron a producirse por la tarde, cuando el gerente, José Antonio González Flores, y el director deportivo, Manuel Momparlet, se reunieron con Lopera en sus oficinas de la calle Jabugo. Ninguno de ellos quiso realizar declaraciones públicas, pero el entorno del director deportivo asegura que éste le presentó a Lopera su dimisión, algo que el máximo accionista tendrá que valorar en las próximas horas. El mutismo entre los protagonistas de la reunión de ayer era absoluto, aunque ya empezaron a moverse las primeras fichas del futuro del Betis.

El siguiente paso debe ocurrir esta mañana en las oficinas de la calle Jabugo, cuando José María Nogués acuda a reunirse con Lopera y éste le comunique que no continúa en el club, o al menos esto es lo que se aseguraba entre la gente cercana al máximo accionista. El trabajo de Nogués no ha dado los resultados esperados y el Betis ha acabado por descender a Segunda, algo que hace imposible su continuidad.

Pero en los próximos días también se deben producir movimientos en el consejo de administración, donde ninguno de sus componentes se ha querido pronunciar desde que se consumase el descenso. Según se apunta en la gente cercana al consejo, el presidente, José León, está a la espera de reunirse con Lopera para hacer pública su renuncia, aunque se asegura que ha sido de los pocos en mostrarse autocrítico tras el dramático desenlace deportivo de la entidad. León tiene tomada su decisión de abandonar la entidad, aunque estando la figura del máximo accionista de por medio no se puede descartar que dé marcha atrás, como ya ocurrió en anteriores ocasiones.

Diego García León, sobrino del presidente, ya puso el domingo por la noche su cargo a disposición de Lopera, aunque su decisión final aún no está tomada y también dependerá de los movimientos que se sucedan en los próximos días en la entidad verdiblanca.

El resto de consejeros también siguen a la espera de que Lopera los emplace a una reunión para conocer las intenciones del máximo accionista y si éste sería partidario de una venta, como se pregonó ayer desde los medios oficiales del club. Lopera ya ha iniciado su ronda de contactos para encarar la próxima temporada y se esperan cambios tanto en el consejo como en la dirección deportiva.