Betis | las palmas · el otro partido

Jugando con 12 era más sencillo

  • La afición y el equipo se vuelcan con Miki Roqué, que estuvo presente en todos los momentos del encuentro · Las quejas a la Federación y las alabanzas a Pepe Mel cerraron el círculo de los cánticos

Desde la distancia, desde su Lérida natal donde se marchó para buscar el calor de su gente más cercana, seguro que Miki Roqué se sintió ayer muy cerca de Heliópolis. Las directivas, sus compañeros, los jugadores del rival, los técnicos y, por supuesto, el beticismo se volcaron para insuflar ánimos en el defensa, que ahora necesitará todas sus fuerzas para superar esa maldita enfermedad que le ha llegado con 22 años. Y el Betis, conjurado para dedicarle una victoria que le otorgue un plus de energía, jugaba ayer con ventaja, al sentir el aliento de su jugador número 12 en forma de esa camiseta con el dorsal 26 que se enseñó en cada gol del equipo.

En los prolegómenos, en cada corrillo de aficionados apareció el nombre de Miki Roqué. El joven central, que hasta el comienzo de esta temporada sólo había jugado con el filial verdiblanco, se había ganado un hueco entre los béticos por su carácter afable, por su cercanía en el trato con todo aquél que se le arrimaba. Tras la dura noticia que recibió el viernes, el beticismo asumió que ayer le tocaba arropar a uno de los suyos, con la esperanza de recuperarlo lo antes posible para la causa. "Todos somos Miki. Ánimo, Miki", se podía leer en una de las pancartas que ayer los aficionados llevaron a Heliópolis. "Ánimo, Miki", sacó a relucir el Gol Sur en cada gol del equipo. "Ánimo, Miki Roqué", se leía en la camiseta con la que los jugadores béticos se fotografiaron antes de comenzar el encuentro y que incluso la Unión Deportiva Las Palmas solicitó llevar, algo que fue imposible por la premura de tiempo para preparar las mismas. Incluso en la hoja en la que el club reparte las alineaciones se colocó un mensaje de ánimo para el defensa verdiblanco. "Ánimo, Miki, te esperamos", haciendo mención a esa esperanza de que el joven se recupere para la práctica del fútbol.

El cántico de ánimo para Miki Roqué dio inicio al encuentro, hizo acto de presencia tras cada gol conseguido por el equipo y el campo, al unísono, lo coreó en el minuto 26, el dorsal con el que se ha consolidado en el primer equipo. Incluso para despedir al equipo, cuando acudió al centro del campo a aplaudir a la afición, el grito con el nombre del defensa atronó en el estadio.

Los mensajes para el catalán ocuparon la mayor parte del espacio del encuentro e incluso eclipsaron otros asuntos que también centraron la actualidad del Betis durante la semana. Tras el desgraciado arbitraje sufrido en Ponferrada, la grada quiso mostrar su desacuerdo con una tremenda pitada para el colegiado del encuentro, a la vez que se envió un mensaje a la Federación Española de Fútbol, a la que se solicitó respeto para el club. Y, como ocurriera hace una semana cuando su puesto estaba en entredicho, los béticos reforzaron la figura de Pepe Mel, el técnico que han elegido para que los guíe al ascenso.

La del 6 de marzo no era una tarde más para la afición. El beticismo había sentido en las horas anteriores como uno de los suyos recibía un golpe de los que se acusan y le arropó de la manera que mejor sabe. Y así el Betis, jugando con 12, era imposible que perdiera en Heliópolis.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios