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Kondogbia, la noticia buena

La irrupción del francés, apuntando buenas maneras, lo único positivo en el cierre del año. Con su juventud, que tirara del equipo en Anoeta deja en mal lugar a la plantilla.

Kondogbia recibe un peto de manos de Míchel en un entrenamiento.
Jesús Alba, Sevilla

23 de diciembre 2012 - 05:02

El Sevilla cierra el año sumido en la crisis deportiva más severa que se le recuerda desde el último descenso. Tras haber tocado el cielo con seis títulos, el proyecto que Del Nido y Monchi pusieron en manos de Míchel se va a pique ante la lógica preocupación de los rectores del club, que tienen pocas cosas que celebrar en estas fechas.

Sólo una puede catalogarse como buena noticia dentro del desastre generalizado, las buenas sensaciones que en este tramo de campeonato ha ofrecido un futbolista desconocido hasta ahora para el gran público por sus apariciones con cuentagotas y que revitaliza aunque sea algo la criticada -con razones- labor de la secretaría técnica. La irrupción de Geoffrey Kondogbia es lo único bueno de este Sevilla de final de año. El francés ha aprovechado la lesión de Maduro y los problemas para recuperar la forma de un jugador quizá demasiado pesado para el exigente ritmo de la Liga española para ofrecer algún apunte del nivel futbolístico que puede alcanzar. Kondogbia es la única buena noticia de este Sevilla que está jugando con fuego y que empieza a ver señalada la figura de su entrenador.

Con un físico imponente, la presencia de Kondogbia en los dos partidos en los que ha sido titular en el último mes, en Nervión ante el Málaga y en Anoeta frente a la Real Sociedad, su empuje ha sido de lo más destacado en el triste deambular futbolístico del equipo de Míchel. Bastante bien capacitado para el robo, una faceta en la que recuerda por sus maneras y larguísimas piernas a Antonio Álvarez aunque en una zona más adelantada del campo, el ex jugador del Lens ha sabido proyectar a su equipo desde una zona del campo complicada de manejar.

Su juventud, además, no ha sido óbice para que el subcampéon europeo sub 19 galo haya impuesto su personalidad en el campo, lo que dice también muy poco sobre sus compañeros, con más años de profesional y temporadas en un club exigente como el Sevilla. Si Kondogbia, en su primer año en la Liga española viniendo de la Segunda División francesa, era el futbolista que tiraba del carro en el equipo de Míchel en la última derrota frente a la Real Sociedad se destapan muchas razones para pensar que la plantilla actual del Sevilla está plagada de profesionales de mentira en el centro del campo, donde sólo Rakitic ha demostrado ser imprescindible y donde precisamente se hace fundamental tener personalidad.

Ante el Málaga la temprana sustitución de Kondogbia aún no se entiende y, de hecho, los rectores del club se lo han hecho saber a Míchel, que ya lo mantuvo en Anoeta los noventa minutos.

Aclimatándose sobre la marcha a un ritmo de juego que requiere más velocidad que la competición en Francia, Kondogbia es de lo poquito que se puede salvar del último mes en el Sevilla. Si al principio el francés daba la impresión de encerrar muy buenas condiciones pero de estar aún muy verde -sobre todo en jugadas en las que no medía bien la salida en la presión en ataques frontales del rival-, su evolución ha sorprendido gratamente a los técnicos y a los que apostaron por su fichaje.

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