Juan Carlos Ollero fue elegido presidente del Caja San Fernando a inicios del invierno de 2005. Siempre se le criticó su excesiva cautela. Ayer dio la cara y un puñado de titulares para poner en conocimiento de los aficionados cuál es el panorama, sin regatear las preguntas y con algunos toques de atención sin elevar el tono. Escoltado por Leo Chaves, encararon a pecho descubierto las cuestiones que les llovieron, incluso siendo más crítico que su director general.

"En su afán por ser diplomático, quizás Leo ha puesto poco énfasis en el balance. Alcanzado un logro histórico como la final de la Eurocup, en la ACB incumplimos los objetivos: la Copa y el play off. Por eso no se puede calificar la campaña como muy buena. Si tuviera que calificar el curso, la nota sería un seis, una nota que se da cuando no se dan pasos atrás... Pero no se han alcanzado los retos planteados". Así comenzó su discurso Ollero.

Uno de los asuntos estrella fue el futuro de Joan Plaza. El presidente defendió su trabajo y explicó la posición del club sobre los rumores de su posible marcha. "Ya teníamos el cuerpo metido en caja por las noticias sobre los intentos de sus representantes de colocarlo en equipos top de la ACB. Tanto él como su agente nos decían que no se estaba ofreciendo. Sí tenemos garantías de que bajo ningún concepto fue ofrecido al Madrid. Son los datos que manejamos desde los primeros rumores, en relación al Unicaja y al Power Electronics. Además, le veíamos trabajar intensamente en parcelas en las que no lo hace un técnico de un primer equipo, corroborando con su actitud que seguiría aquí. Tampoco tuvimos dudas nunca: Plaza era nuestro entrenador y lo será".

No negó Ollero el malestar por tanto ajetreo mediático en torno a este asunto: "Nos molestó y se lo transmití el primer día. Dijo que no es responsable porque no lo estaba propiciando. Si un entrenador de un equipo de media tabla hace dos buenas temporadas, es normal que salte a uno más grande. No somos ingenuos. Y que piensen en alguien con esta trayectoria, es normal. Lo que molesta es que aparezca eso en el periódico interpretándose que sus agentes lo proponían a esos equipos. No nos llegamos a plantear nunca la rescisión porque veíamos cómo trabaja y no teníamos un dato que nos llevara a ello. Estamos convencidos de que es un magnífico entrenador que en este momento de la historia de la entidad le conviene al club. No teníamos una información objetiva de que quería irse. Si así hubiese sido, lo habríamos rescindido".

¿Diego Ocampo habría sido el relevo? Respondió Chaves: "Por qué no. Estamos encantados con él, pero no nos lo planteamos porque contábamos con Plaza".

Ve descompensada Ollero la campaña: "No me decepciona, pero sí no entrar en la Copa y en el play off. Había equipo para más. Si Calloway no se hubiera lesionado, Katelynas hubiera rendido como se prevía, Ivanov hubiese sido el especialista que se esperaba, Kirksay hubiera estado al nivel del año anterior y Bullock hubiese dado más, habríamos conseguido los retos". El rector cajista reconoce que "hubiera cambiado jugar la Copa y el play off por la final de la Eurocup".

Toca Eurocup. El tirón de orejas de Plaza al club hace unas semanas tuvo réplica. "Deportivamente -undécima posición-, estamos lejos de tener derecho a jugarla. El club podía aducir razones para solicitar una invitación, pero ahora está más difícil porque el Unics no fue campeón de Rusia, el Bilbao ha sido segundo de la ACB y el número de españoles que acceden a competiciones europeas es de siete y no de ocho. Ni siquiera el Fuenlabrada, séptimo, la jugará. Pero no vamos a dejar de hacer gestiones, que deben de tener un tono, no pueden ser una exigencia ni un planteamiento que roce lo ridículo".

La crisis afecta, pero la aportación del espónsor será igual. "El presupuesto se mantiene, que no es poco, pues en este escenario económico es como decir que crece algo porque los costes de las plantillas deben disminuir", apuntó Ollero, que también contestó a Plaza sobre sus quejas suspirando por un pabellón nuevo: "Entre sus virtudes está la de ser exigente. Eso nos viene bien porque opina, casi siempre de forma certera, de otras áreas del club, pero aquí no le doy la razón. La alternativa a San Pablo es un San Pablo mejorado y con mayor disponibilidad. Dice lo del pabellón de 5.000 localidades porque le gustaría disponer de la cancha cuando y como quiera, pero ésa no es la solución".

No hay dudas sobre el nombre tras la integración en la nueva caja: "Cajasol-Banca Cívica. Haremos una campaña especial con motivo de los 25 años de la fundación del club", dijo Chaves.

Además, Ollero expresó su preocupación por la problemática de las cajas: "Es algo en lo que tenemos que pensar. La fusión de las cajas las hace más grandes, pero desplazan sus centros de decisión a sitios más alejados y eso es un escenario nuevo para un club como éste. Tiene ventajas y amenazas. Para una institución nueva que sale al mercado y pretende ejercer su actividad en un entorno más grande es bueno el patrocinio de un club porque es una forma rápida y no demasiado cara de llevar el nombre donde quiere que se le conozca. La desventaja es que los centros de decisión están más lejos y la sensibilidad para el club se pierde por la distancia. Con todo, si el CB Sevilla quiere ser grande, hace falta llenar el pabellón, y eso es lo que desgraciadamente no hemos conseguido todavía. Sólo seremos más fuertes si llenamos el pabellón. Hay que identificar el problema para solucionar algo que es culpa de nosotros, porque aún no encontramos la fórmula para atraer a la afición".