Sánchez Martínez no tuvo un debut tranquilo en un derbi que tuvo de todo. Ocasiones, paradones de ambos porteros, remates o despejes a los postes, dos goles, alternancia de iniciativa... y tres expulsiones. Un derbi de pura emoción.

Las tres rojas fueron mostradas por el árbitro murciano después de que sacara sendas amarillas que cambió tras revisar las jugadas a instancias de González González, que estaba en el VAR.

La secuencia la empezó Montiel con una entrada a destiempo en el minuto 38 sobre Álex Moreno, al que cazó a la altura de las rodillas. Era roja inexcusablemente.

Más discutida fue la de Fekir, en el minuto 48 de la larguísima primera parte. El atacante verdiblanco reincidió en una de sus acciones más punibles: soltar los brazos cuando se siente hostigado. Así golpeó por dos veces al Papu cuando lo presionaba por detrás y el codo impactó en la cara. Roja clara según el rigorismo arbitral actual. Y la tercera, ya en el minuto 48 pero esta vez ya en la segunda parte. Su pisotón por detrás a Joan Jordán fue duro, en el tendón de Aquiles, temerario y excesivo.

Sin embargo Papu Gómez cree que fueron demasiadas rojas. "Esto es fútbol. Hay mucho contacto y se está perdiendo la esencia. No hay ninguna mala intención y está llevando a rojas desmedidas que no tienen que ver con el juego. Yo sentí un golpe fuerte. Si el árbitro decidió eso allá él", dijo el argentino tras el partido.

Evidentemente, hay una tendencia a no permitir ningún tipo de contacto y la nueva línea de los árbitros es no permitir ningún tipo de juego con los brazos, y, sobre todo, castigar disciplinariamente los golpes que impactan en la cara. Fekir es reincidente en esto, por mucho que Papu lo vea excesivo, que también puede ser.