El derbi sevillano

Betis y Sevilla empatan en un partido marcado por las tres expulsiones (1-1)

  • Los béticos se pusieron por delante después de la expulsión de Montiel con un autogol de Jesús Navas

  • Los sevillistas empataron tras las rojas a Fekir y Borja Iglesias con un trallazo de Gudelj desde 29 metros

  • El minuto a minuto del Betis-Sevilla

Fekir golpea en la cabeza de Papu Gómez en la jugada en la que fue expulsado.

Fekir golpea en la cabeza de Papu Gómez en la jugada en la que fue expulsado. / Antonio Pizarro

Tablas en el derbi más loco de los disputados en Sevilla desde hace mucho tiempo. Tres expulsados, ningún equipo contento por el resultado final, un golazo para el Sevilla, un rebote que valió exactamente igual para el Betis y oportunidades claras para ambos equipos para haberse ido con los tres puntos en el bolsillo y también para que el rival se hubiera marchado de vacío. Al final, un punto para cada uno, los trece de distancia siguen figurando en la tabla clasificatoria a favor de los verdiblancos y ahora habrá casi un verano entre noviembre y diciembre para que cada uno, dependiendo de la fe balompédica sevillana que defiendan, hable en los distintos foros en los que se discute de fútbol de Sánchez Martínez, González González, el monitor del VAR, Montiel, Fekir, Borja Iglesias y hasta del rebote en Jesús Navas o el zapatazo de Gudelj, incluso de la parada final de Claudio Bravo al serbio.

Fue todo lo que dieron de sí, resumido en un solo párrafo, 104 minutos de un derbi sevillano, el número 137, que no decepcionó a los aficionados neutrales por la gran cantidad de cosas que fueron sucediendo, no por el excelso fútbol de ninguno de los contendientes, y tampoco a los aficionados de unos y otros debido a los altos niveles de emoción, positiva o negativa, que fueron variando de bando conforme caía cada una de las tarjetas rojas procedentes de la sala VOR donde estaba González González para informar a un Sánchez Martínez que siempre había tomado decisiones distintas en su apreciación sobre el césped. En las tres había sacado la tarjeta amarilla a los infractores y tuvo que hacer el gesto de desdecirse tras acudir al televisor que hay entre los banquillos.

Dentro de esas circunstancias que adobaron el juego en sí, pero que le dieron mucho sabor al mismo, también hubo un partido de fútbol cargado de matices. Manuel Pellegrini partió con la alineación que se presumía, incluida la presencia de Aitor Ruibal en el extremo izquierdo después del buen rendimiento que éste ofreció el pasado jueves contra el HJK en ese mismo sitio. Jorge Sampaoli, sin poder sumar a Fernando ni Nianzou, los dos últimos incorporados, parcheó a su equipo como pudo. Volvió a colocar a Rafa Mir con tendencia a la derecha, partió con cuatro defensas, aunque Joan Jordán se convertía muchas veces en el quinto, y trató de protegerse con la posesión del balón para que el Betis no pudiera sorprenderlo con su mayor velocidad.

Bono no puede detener el despeje de Gudelj rebotado en Jesús Navas. Bono no puede detener el despeje de Gudelj rebotado en Jesús Navas.

Bono no puede detener el despeje de Gudelj rebotado en Jesús Navas. / Antonio Pizarro

Porque si los verdiblancos van en un coche con seis marchas, los sevillistas se manejan con automóvil propicio para terrenos pedregosos en segunda o en tercera como máximo. Lógicamente, el entrenador chileno había planteado las operaciones con la orden de sacar la pelota muy rápida, con hacerla circular al primer toque y en busca de tener ventaja en las incorporaciones de los futbolistas a las espaldas de los zagueros de rojo.

El primer aviso fue a balón parado, cuando Rafa Mir remató al poste de su portería una falta lateral de Fekir (8') y la primera aproximación rápida de los béticos vendría en el minuto 18 cuando Fekir disparó con la derecha al lateral de la red en una jugada en la que Canales le había mostrado la matrícula por piernas a Joan Jordán. Por medio, dicho sea en honor a la verdad, Rafa Mir no había sido capaz de sacar provecho de un regalo de Pezzella (15') de forma increíble en los errores de ambos, del defensa y del delantero.

Después ya llegarían las oportunidades más claras para los locales, empezando por una increíble de Aitor Ruibal (22') con todo a favor. Más tarde sería un Borja Iglesias bloqueado por Gudelj (25') y todo caminaba hacia la primera de las expulsiones después de que Rafa Mir, por segunda vez, no sacara rédito de otra dadivosa acción defensiva bética, esta vez de Sabaly. El cartagenero se quedó ante Claudio Bravo, pero su disparo no pudo ser más endeble y entre el portero y Édgar evitaron el 0-1 (32').

Sólo cinco minutos después Montiel le hacía un flaco favor a los suyos con una entrada terrible a la rodilla de Álex Moreno. Era el minuto 35 y Sánchez Martínez le mostraba la tarjeta amarilla, pero González González no tardó en llamarlo a capítulo para que la expulsión fuera una evidencia. Minuto 37, el inferior Sevilla se quedaba con uno menos y encima Jesús Navas, que fue el cambio elegido, iba a sorprender a Bono tras un rebote para que el panorama pintara muy negro para los rojos y muy feliz para los verdes.

Gudelj dispara a la portería bética desde 29 metros para hacer el 1-1. Gudelj dispara a la portería bética desde 29 metros para hacer el 1-1.

Gudelj dispara a la portería bética desde 29 metros para hacer el 1-1. / Antonio Pizarro

Pero el fútbol tiene circunstancias inesperadas, Fekir, en una de esas jugadas en las que intenta protegerse con los brazos, golpeó dos veces en el rostro del Papu Gómez, la jugada era arbitrada de nuevo con amarilla, pero González González, al rato, volvió a intervenir. El francés veía la roja tras el paso por el VAR y montaba en cólera al comprobar que había igualado las cosas de manera innecesaria. Aun así Borja Iglesias, antes del descanso y a pase preciso de Canales, ya con 55 minutos de juego, pudo firmar el 2-0, pero Bono le hizo una gran parada.

Sampaoli recomponía a los suyos en el intermedio con Alex Telles por Acuña ante la cercana posibilidad de quedarse con nueve y el Betis volvió a poder hacer el 2-0 en el primer minuto de juego, cuando Álex Moreno aprovechó su superior velocidad para plantarse ante Bono y estrellarle el balón en el pecho. Fue la jugada clave del lado local, pues inmediatamente después Borja Iglesias pisó por detrás en el talón a Joan Jordán y se convirtió en la tercera tarjeta roja de la noche.

Ahí viró definitivamente el aire a favor de los sevillistas. Por mucha parsimonia con la que se muevan sobre el césped, tener un hombre más y estar por debajo en el marcador los condujo a jugar casi todo el tiempo en el campo bético. Tampoco es que las llegadas fueran muy nítidas, para nada, un remate de Lamela salvado por Édgar casi entre los palos, un par de cabezazos de En-Nesyri que por una causa u otra no se dirigían ni a la portería, algún disparo lejano y una internada de Rakitic sin rematador final.

Pero el Sevilla cada vez sometía más a un Betis que se sentía cómodo defendiéndose aunque con el agravante de tener uno menos. Eso impedía las salidas a la contra y también tapar posibles disparos desde fuera del área. Hasta que Gudelj se atrevió desde 29 metros con un trallazo que tuvo el mismo resultado que en Palma de Mallorca. Claudio Bravo no llegó y los sevillistas hallaban un premio que tal vez no esperaran ni de lejos.

A partir de ahí, sí fue capaz el Sevilla de dar el paso adelante, de buscar los tres puntos y los pudo conseguir dos veces a través del goleador. Gudelj estrelló un balón en el travesaño (90') y ya sobre la hora Claudio Bravo le hizo un paradón en un pase atrás de Jesús Navas (95'). Tablas, el Betis no fue capaz de confirmar en el marcador la superioridad que se le presuponía por los 13 puntos de diferencia, pero los sigue teniendo a favor, no se olvida, y el Sevilla sí fue capaz de sobreponerse a la borrasca que se le venía encima, aunque necesitara tener uno más sobre el campo. Los dos equipos marcaron en superioridad y el derbi número 137 pasará a la historia como uno de los más locos por las tres expulsiones.

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