El Sevilla ha pasado página y ya piensa en la final de la Supercopa que le medirá al Barcelona los próximos 14 y 17 de agosto tras la derrota "súper cruel", como se define en su página web, que este martes sufrió por 3-2 ante el Real Madrid en la Supercopa de Europa. 

El segundo gran compromiso del Sevilla en el comienzo de esta temporada fue el asidero al que se agarraron anoche como bálsamo varios pesos pesados del vestuario tras perder en el penúltimo minuto de la prórroga una final que tenían encauzada antes de que Sergio Ramos la empatara sobre la bocina de los 90 minutos. 

El portero Sergio Rico afirmó, en declaraciones difundidas por el club, que tras un "palo duro", como definió la derrota ante los de Zinedine Zidane, "hay que levantar cabeza" porque tienen "la suerte de tener otra final y hay que pensar en el próximo rival, el Barcelona que también pondrá las cosas muy difíciles". 

Por su parte, el atacante italoargentino Franco Vázquez, autor del primer gol del Sevilla ante los madridistas, manifestó que el de la Supercopa de España "es un partido soñado ante otro grande como el Barcelona" y en campo propio, por lo que expresó su deseo de que la afición les acompañe y les dé "fuerzas para tratar de ganar". 

También se pronunció sobre el próximo compromiso del Sevilla el centrocampista Vicente Iborra, quien acabó tocado en su aductor derecho y quien dijo que tienen "mucho que mejorar" pese a que consideró que habían hecho "muchas cosas bien". 

"No queda otra que levantarse, hay que pensar en mejorar, en trabajar, porque tenemos una nueva oportunidad este domingo", aseveró el centrocampista sobre una final para la que el central francés Aldi Rami dijo que trabajarán "aún más" porque, "pese a tener este equipo y esta afición", juegan "contra los más grandes".