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Una alegría en el Benito Villamarín 25 años después

  • El equipo verdiblanco no celebra en casa un éxito desde el ascenso con Pepe Mel de delantero.

La victoria del Girona en Mendizorroza convirtió en imposible que el Betis pudiera ascender en Santander, aunque los verdiblancos cumplieron con su cometido y consiguieron una victoria que los deja a las puertas de Primera. La fiesta del ascenso ha quedado, salvo contratiempo, aplazada hasta este domingo cuando el Betis reciba al Alcorcón en el Benito Villamarín, que podría vivir un éxito del equipo 25 años después.

El último logro del cuadro verdiblanco que se celebró como local fue, precisamente, con Pepe Mel en el Betis, aunque entonces ejercía de delantero y con sus 23 goles, que lo convirtieron en máximo artillero de esa temporada, ayudó decisivamente a regresar a Primera. Fue en la temporada 89-90 en el octavo ascenso del club verdiblanco, que de poco serviría ya que al año siguiente volvería a caer a los infiernos. Desde entonces, los siguientes tres ascensos siempre se sellaron matemáticamente como visitantes, mientras que los otros éxitos del club, el título de Copa del Rey -con el pase a la final incluido- o la clasificación para la Liga de Campeones, también se consiguieron lejos de Heliópolis.

Tras ese logro de hace 25 años, el Betis regresaría a Primera de nuevo en la temporada 93-94, con Lorenzo Serra Ferrer como entrenador, y El Plantío, estadio del Burgos, fue el escenario donde se materializaría; siete años más tarde, en la 2000-01, con Luis del Sol y Paco Chaparro como cuerpo técnico, los verdiblancos vivirían un final agónico en La Victoria, campo del Jaén, donde de nuevo se puso fin a un año en Segunda; una década después se concretó el último ascenso, con Pepe Mel en el banquillo, y que tuvo como peculiar escenario de celebración el AVE que traía de vuelta a la expedición verdiblanca desde Tarragona.

Los otros grandes acontecimientos de la historia verdiblanca en estos 25 años también se vivieron lejos de Heliópolis. En la 96-97, el cuadro bético certificaría su pase a la final de la Copa del Rey en Balaídos, donde eliminó al Celta, aunque luego perdería el título ante el Barcelona en un encuentro disputado en el Santiago Bernabéu. En la 2004-05, el Betis, de nuevo dirigido por Serra Ferrer, selló la cuarta plaza que lo clasificaba para la previa de la Liga de Campeones con un empate en Son Moix. Días antes había celebrado el pase a la final copera en San Mamés, tras una agónica tanda de penaltis, mientras que el título lo consiguió en el Vicente Calderón tras vencer a Osasuna. Meses después, el pase a la fase de grupos de la Liga de Campeones también se selló lejos de Heliópolis, tras hacer valer en el Luis II de Mónaco el 1-0 obtenido en el partido de ida.

25 años después, el Betis tiene ahora una ocasión de celebrar un éxito como local, para lo que le basta con vencer al Alcorcón. Incluso el ascenso se podría conseguir antes del inicio del partido, si el Girona pierde con el Llagostera o el Sporting no gana al Tenerife, los dos encuentros que cronológicamente se disputan con anterioridad.

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