Desconocido para muchos e ignorado por otros, el fútbol americano pretende hacerse con un sitio entre los deportes de moda en España con pasos agigantados y merced a un espíritu colectivo basado en la voluntad competitiva y el sacrificio generalizado.

Sevilla tiene su particular foco de atención. Los Linces brillan en una de las conferencias de la Liga Nacional de fútbol americano mostrando resistencia ante las circunstancias y buscando un hilo de protagonismo inesperado.

Uno de los nombres propios más destacados en la historia del equipo es Antonio Garrido. Este sevillano forma parte de los Linces desde el año 2000 y no duda en resaltar cómo empezó a ser atraído por este deporte: "En el año 1999 fui a Estados Unidos y me impresionó conocer a fondo este deporte. De vuelta a Sevilla, decidí aventurarme en los Linces y comenzar una aventura que todavía continúa".

Su buen nivel formando como pieza clave de la defensa del cuadro sevillano le abrió las puertas de la selección andaluza, mientras sus miras no cesaban de buscar retos mayores de cara a una progresión que aún perdura. Con sendas becas de estudio, se marchó a Irlanda y jugó en el Limerick Vickings y el Cork Admirals: "Estuve un año en cada equipo. Se notan las diferencias con respecto a jugar aquí, pero la élite española es mejor. Es un deporte que sigue creciendo, pero que por el momento no logra encontrar el camino del máximo nivel".

Una lesión frenó la trayectoria regular de Antonio en el fútbol americano, aunque en el 2010 volvió a los Linces dispuesto a hacerse un hueco en una plantilla que sigue mejorando con el paso del tiempo en alianza con un deporte con más aficionados que atención mediática.

En la actualidad, Antonio forma parte del cuerpo técnico del equipo hispalense, siendo asistente del entrenador Raúl Laguna, aunque también ejerce como jugador. "La lesión (de rodilla) del entrenador me obliga a tomar un rol más protagonista", asegura tras debutar el sábado como técnico.

Pero la unión de este sevillano con el club no queda vinculado únicamente a su aportación en el terreno de juego: "Soy el webmaster y el community manager del equipo; trato de hacer conocer al máximo la actualidad de los Linces y favorecer nuestro progreso dentro de unas condiciones económicas siempre complicadas. Los patrocinios son escasos y las ayudas mínimas para subsistir en el campeonato nacional liguero".

Consciente del valor de su deporte, Antonio destaca los alicientes bajo los que quedó impregnado antes de formar parte de la viva historia del fútbol americano en Sevilla: "Me atrajo la espectacularidad, una característica que puede ser vista por todos. Pero también siento que se trata de un ajedrez de los deportes. Muchos ven el factor agresivo y de lucha en él, pero la realidad es que hay mucho estudio de las jugadas y cada jugador tiene un papel relevante en el campo".

El factor humano también está presente: "El compañerismo es otra gran virtud. Haces grandes amigos y tras los duelos la unión es total". Antonio es optimista de cara al futuro: "Queremos jugar el play off y estamos en buena disposición". En lo personal, la enorme contribución de este sevillano a Los Linces y al fútbol americano sólo cumple sus inicios: "Me veo muchos años en esto". Y su palabra merece toda la confianza.