El culebrón del verano en San Pablo llega a su fin. Final feliz para muchos, ya que Shannon Evans jugará una campaña más en el Betis Baloncesto. El jugador ha dado ya el sí y falta sólo el intercambio de la documentación firmada. Una opción que en mayo y junio pasados parecía imposible y que ahora es real, después de muchas negociaciones y una paciencia casi infinita de los gestores de la entidad.

A ello hay que sumar el importante esfuerzo económico para retener al MVP del último mes de competición y pieza clave en la permanencia bética en la Liga Endesa. Y sin activar palancas. Sería imposible con el actual número de abonados. Ahorrando en otros lados el club consiguió elevar su primera oferta, con la que incluyó al jugador en el tanteo y que en su momento ya era "el tope" que la sección se podía permitir. Se hizo un esfuerzo posterior y se le comunicó a Evans que de ahí la oferta no podía pasar. Y se esperó. Porque ya sea por el jugador, activo en redes sociales con enigmáticos mensajes, o sus agentes, lo cierto es que se esperaba algo mejor tanto deportiva como económicamente de algún club que jugase competición europea.

Pero el nombre de Evans no sonaba. Pocos rumores a su alrededor más allá de las posibilidades de seguir en el Betis, que iban aumentado semana a semana al no encontrar acomodo en ningún otro sitio.

Si bien es cierto que su puesta de largo no fue buena con Joan Plaza, con números muy por debajo de lo esperado, con Luis Casimiro su rol cambió y empezó a funcionar. El técnico manchego dio con la tecla desde el primer momento, le dio rol de capitán-general, le hizo entender que asistir es tan importante como anotar y Evans se convirtió, con más de 30 minutos de media por encuentro, en la piedra filosofal del Betis Baloncesto camino de una trabajada permanencia.

Ahora se convertirá en el líder del equipo y alrededor de él girará el juego y las posibilidades de un conjunto que ha perdido físico y presencia por dentro, a la espera de un jugador interior todavía, pero que ha logrado retener a un jugador determinante que puede asociarse bien con Nzosa y Sylla para ponerles canastas en bandeja.

Con Evans el Betis Baloncesto, que sigue pendiente de la renovación del contrato de patrocinio de Coosur, no tiene todavía cerrada su plantilla, ya que falta una pieza interior, bien en el puesto de pívot o en el de ala-pívot, depende de lo que ofrezca el mercado, dada la polivalencia de Sylla, que abre el abanico para la última incorporación bética con la que cerrar el plantel para la temporada 2022-23, que arrancará el 22 de agosto con los reconocimientos médicos.