El Betis negocia desde hace tiempo el traspaso de la sección de baloncesto al grupo XOY, que espera cerrar todos los acuerdos esta misma semana. En cualquier caso las negociaciones están muy avanzadas y el conglomerado mexicano ya trabajaría para reforzar al plantel verdiblanco, al que le faltan varios fichajes al contar con siete jugadores en la plantilla tras el refuerzo del base croata Roko Rogic. 

Y en esas incorporaciones que faltan las sinergias con XOY tendrán su peso. El grupo es propietario en México del Libertadores de Querétaro, que dirige el español Iván Déniz. Aunque algunas informaciones lo colocan en el banquillo, en principio la idea es que Javi Carrasco quien siga como primer entrenador, aunque sí que puede llegar algún jugador del equipo azteca recomendado por Déniz.

Destaca en este sentido sobremanera la figura del internacional puertorriqueño, aunque de origen cubano, Ismael Romero, un interior pequeñito (2,03 metros y 31 años) pero que aporta siempre un punto de intensidad y fuerza de cuya falta adolece ahora mismo el conjunto bético, que necesita incorporaciones por dentro. Viene de disputar el Mundial con buenas actuaciones como ante Sudán del Sur (16 puntos) y China (18). El debe lo tiene desde la línea de tiros libres, una faceta en la que muchos hombres de los que se fajan en la pintura han mejorado en Sevilla. Romero también ha jugado antes de la cita mundialista en el Vaqueros de Bayamón de Puerto Rico, donde coincidió con el ex bético Jacob Wiley.

En el Libertadores de Querétaro es una pieza básica, aunque todavía no ha jugado con el equipo desde que regresó del Mundial, al contrario que el otro jugador franquicia Branden Frazier, un escolta norteamericano anotador que cuenta en la LNBP mexicana un alto porcentaje desde el triple. El estadounidense jugó esta semana en la derrota de Libertadores ante el Mineros Zacatecas (89-98) anotando 17 puntos.