Hughes y Renfroe secan el incansable empeño de Atencia (88-77)

El Betis Baloncesto no falla ante un Grupo Alega Cantabria espoleado en todo momento por el base hispano-colombiano, que se marchó de San Pablo con 30 puntos

Los de García de Vitoria firman su décima victoria en casa y pasan la patata caliente al Palencia, rival este miércoles del líder San Pablo Burgos

Con Radoncic sancionado y Álex Suárez sin recuperarse, fueron nueve los efectivos para el técnico verdiblanc

Hughes ataca el aro virulentamente ante Bulic, que nada puede hacer para frenar al estadounidense.
Hughes ataca el aro virulentamente ante Bulic, que nada puede hacer para frenar al estadounidense. / Betis Baloncesto

Sevilla/Sigue nadie sin librarse de salir escaldado en el Palacio de los Deportes de San Pablo a manos del Betis Baloncesto. Décima victoria en casa para los verdiblancos, en esta ocasión en la jornada intersemanal ante el Grupo Alega Cantabria (88-77). En su feudo, las mismas que un San Pablo Burgos que este miércoles se mide a Palencia, el más inmediato perseguidor del conjunto sevillano. Alex Renfroe y, sobre todo, Mark Hughes, recordaron a un extraordinario Hansel Atencia que se desquitó a su modo con 30 puntos, por qué son los que mandan en la dirección hispalense.

Con la misma fórmula que ante el Valladolid, con De La Torre y De Bisschop como pareja interior, trataba García de Vitoria de sacar partido de la menor envergadura de los cántabros, con el rebote como mayor complicación. No obstante, con muchas pérdidas absurdas y sin el atino de otros días desde la línea de tres al inicio (1 de 9 en triples en el primer cuarto), el Grupo Alega Cantabria, más coral en el reparto de puntos, resistió sin dificultades durante los diez primeros minutos, bailando a la par en el marcador contra los verdiblancos, que acabaron repitiendo el tándem Tunde-Kasibabu para tratar de sellar el aro en los últimos compases (18-16).

Tenía el Betis dificultades para encestar más allá del trío de bombarderos formado por Vitor Benite, Sasha Cvetkovic y Mark Hughes. Éste, asentado en el quinteto inicial desde hace semanas, arrancó como una apisonadora. Quedó constancia de sus dotes -y de sus muelles- con varios mates de tronío, uno de ellos de preciosa factura ante Mirza Bulic que no pudo evitar salir en la foto. Ya con el estadounidense cargando la batería en el banquillo, era el serbio quien asumía el mando del ataque. Aceptaba el particular reto que le dejaba Hughes y no defraudaba con su pleno en los cuatro primeros lanzamientos (28-26).

Ficha técnica.
Ficha técnica.

En todo el segundo cuarto quedó constatada la actitud juguetona de Hansel Atencia, incisivo en cada uno de los ataques, dado que tenía extremadas ganas de reivindicarse con su nueva camiseta en San Pablo. El base hispano-colombiano, cuyo contrato temporal con el Betis expiró sin extenderse hace unas semanas, acumulaba su segundo partido con los de Torrelavega. Y ni eso, pues cabe recordar que el duelo entre el equipo de Lolo Encinas y el Monbus Obradoiro en la última jornada quedó suspendido debido al resbaladizo estado de la pista fruto de la condensación.

A pesar del infinito empeño de Atencia hasta el descanso (47-35), el resto de sus compañeros se topaban con un árido y extenso desierto en la anotación. Aprovechó el Betis para subir de marcha. Hughes seguía abusando, pero Cantabria se resitía a sacar la bandera blanca con tres triples casi a renglón seguido. ¿Objetivo? Llegar vivo al cuarto decisivo para ser el primero en conquistar el fuerte. "¿Por qué no repetir lo que hizo David Mangas en la jornada cuatro?", debió pensar Lolo Encinas.

Insistencia cántabra

Justo cuando habían encontrado el pozo de agua, remontando catorce puntos y pasando del 57-43 al 57-55 en pocos minutos, una estúpida pérdida en la construcción visitante regalaba la canasta fácil a Kasibabu (59-55) para desespero del técnico de los cántabros. Le ayudó a recomponerse Germán Martínez, que a menos de un minuto para la conclusión del tercer cuarto devolvía el encuentro a la casilla de salida (61-61). De no ser por los dos últimos puntos de Jelinek en este acto, el partido hubiera quedado reducido a los últimos diez minutos. Digno botín para el penúltimo clasificado.

Lo cerró por medio de la defensa García de Vitoria, resolviendo con la simultánea pareja Tunde-Kasibabu. En la canasta rival, gracias en buena medida a Alex Renfroe se abría un parcial inicial de 7-0 demoledor que precedió al ya tradicional espectáculo de luces. San Pablo olía la sangre a falta de ocho minutos (68-61). Atencia pedía el balón una y otra vez. Y de la misma forma seguía engordando su hoja de servicios hasta que dijo basta en los 30 puntos. Un partido para enmarcar, que enseñará a sus hijos. "Aquí estuve yo y no me quisieron, así que no tuve más remedio que ir a por ellos", les diría.

Aunque seguro que obviará la parte en la que el mayor temple de Renfroe (15 puntos y 7 asistencias) y la liquidación final de Hughes (25 puntos y 25 de valoración) constataron la derrota de los cántabros en un pabellón en el que se sigue repitiendo el Día de la Marmota. Afortunadamente, nadie que no vista de verde y blanco sale con la victoria. Ahora, toda la presión para Palencia, que deberá apretar ante todo un líder para seguir pugnando por la cuarta posición.

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