Betis Baloncesto

El pasado reta al futuro Betis Baloncesto

Bruno Savignani posa en San Pablo.

Bruno Savignani posa en San Pablo. / Betis Baloncesto

Con apenas un puñado de entrenamientos encima el nuevo Betis de Bruno Savignani echa a andar. Lo hace en casa ante un conjunto que ha arrancado muy bien el campeonato, el histórico Tizona (20:00), que tras el ascenso conseguido la pasada campaña de la mano del ex cajista Diego Ocampo quiere asentarse en la segunda categoría nacional. Savignani será el octavo entrenador en el banquillo sevillano desde que el club se vistiera de verdiblanco en el verano de 2016. Ocho técnicos y que Ocampo, que conoce o conocía la casa, porque la actual entidad poco se parece a lo que vivió, no haya cogido nunca las riendas del primer equipo es para hacérselo mirar.

Poco tiempo, por tanto, ha tenido el italo-brasileño para corregir los problemas que vieron los dirigentes y en los que sustentó Armamdo Guerrero, director deportivo, la destitución de Javi Carrasco tras perder en Valladolid su quinto partido en seis jornadas. Cierto es que los resultados no eran los mejores, pero no lo es menos que los problemas vienen derivados de una planificación que ha dejado importantes agujeros en la plantilla que van desde la dirección al juego interior, posiciones claves en cualquier equipo, pasando por la falta de un alero y las dudas que generan el físico y actitud defensiva de los ala-pívots.

Pero esto es deporte y el eslabón más débil es el entrenador. Savignani habló en su presentación de ser más sólidos en defensa, mover el balón con más dinamismo en ataque y dar un paso adelante en común para cerrar el rebote. La teoría estaba clara, pero ahora debe llevarlo a la práctica con un solo pívot que tiene un evidente problema de eficacia desde la línea de personal, un base estadounidense muy individualista que le quita minutos a un Pablo Marín al que no mejora de momento y con varios jugadores que no tienen el nivel para estar peleando por el ascenso como se le puso de reto a Carrasco.

Parece que el objetivo ha bajado el listón ahora y lo primero, como es lógico, es salir del pozo. Para ello es necesario superar a un peligroso Tizona que viene de ganarle al Cáceres. A domicilio acumula dos derrotas y un triunfo en Lérida, pero perdió ante el Gipuzkoa por sólo dos puntos y compitió ante Estudiantes muchos minutos hasta caer por 103-85 en su última salida. El producto nacional predomina en la plantilla burgalesa, en la que destacan por dentro jugadores con experiencia ACB como Jacobo Díaz y Ramón Vila, así como los escolta Gerard Jofresa, otro de los fichajes de este curso (como los dos anteriores) en una plantilla que mantiene un bloque de seis jugadores del año anterior.

Un bloque compensado que es el máximo anotador de la categoría (89,7 puntos por partido), por lo que el Betis necesitará redoblar esfuerzos para atajar uno de sus problemas. Especiales dificultades tendrá Ismael Romero, que suele cargarse pronto de faltas y siendo el único cinco será un problema ante un rival que además de Vila cuenta con los centímetros de de Abdou Thian (2,12 metros) y el potencial físico de Kande Kieli. El conjunto de Ocampo es el que mejor porcentaje de acierto tiene en tiros de dos puntos (57,8%), porque el balón llega fácil cerca del aro, pero es el quinto en triples (37,3%) por lo que cuenta con un ataque equilibrado con el mejor porcentaje de acierto desde el tiro libre de la categoría (76,7%) frente a un Betis en el que su pívot apenas cuenta con un 40% de eficacia.

Echando un vistazo al cuadro verdiblanco los puntos fuertes y los débiles son los mismos, ya que la plantilla sigue igual que la dejó Javi Carrasco. Polanco ha sido el mejor fichaje hasta ahora y está demostrando que puede ser el líder que le falta al grupo, aunque sigue cogiendo ritmo competitivo y se echa en falta un lanzamiento de cuatro o cinco metros que años atrás era letal y con los que este curso se prodiga poco.

Empezar bien será una de las claves, ya que en la mayoría de encuentros ha tenido que remar en contra. Con el Leyma Coruña llegó al descanso con 35-46; y en Logroño ante el Clavijo perdiendo también por 35-26; frente a Estudiantes, 13-27 tras el primer cuarto y en Valladolid otro 23-14 en contra. Y, sin embargo en todos esos encuentros recuperó el terreno perdido para terminar cayendo con marcadores estrechos y con opciones por mucho que el director deportivo diga lo contrario.

La era Savignani se estrena en el Betis tras el adiós a Carrasco. Presente y futuro que debuta ante el pasado cajista. Un reto para el nuevo técnico verdiblanco, quien, como Carrasco, espera un pívot.

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