Liga europa

La capacidad de sufrir como marchamo

  • Emery, desde la vivencia acumulada de decenas de eliminatorias, confía en esa experiencia para pasar a su tercera final europea. "Debemos estar preparados para estar de pie, con las botas bien puestas", afirma el técnico.

El debut de Unai Emery con el Sevilla fue en Zaragoza, en la ida de cuartos de la Copa. Casi sin tiempo para deshacer las maletas, tuvo que enderezar el rumbo en la Liga y preparar las semifinales de la Copa del Rey con el Atlético. Desde entonces, han sido decenas de eliminatorias las que ha disputado el Sevilla, habiendo caído sólo en aquellas coperas de 2013 por la mínima, en otras inmediatamente posteriores de Copa ante el Racing y el curso pasado en octavos de final de este mismo torneo frente al Espanyol. En el Viejo Continente, en cambio, su equipo marca el paso de la oca en las eliminatorias de la Liga Europa. La única frustración continental, la eliminación del durísimo grupo de la Liga de Campeones, posibilita ahora a Emery y su legión jugar por la tercera final consecutiva.

En su discurso siempre ha tenido un sitio especial para el aprendizaje de las derrotas y la frustración en la Champions ha endurecido a un grupo hecho para saber sufrir. Es la marca de la casa. "No entiendo un fútbol sin capacidad de sufrimiento. No hay nadie que consiga las cosas sin haber sufrido antes, se crece desde el sufrimiento, desde las adversidades, desde que estemos unidos jugadores y afición. Si queremos ganar tendremos que sufrir, tenemos que estar preparados para sufrir", comenzó diciendo Emery.

Desde aquella lejanísima eliminatoria previa ante el Mladost Pogdorica, 1 de agosto de 2013, en total acumula el equipo blanquirrojo 14 eliminatorias, con las semifinales que hoy concluirán en el Ramón Sánchez-Pizjuán, con un ganador y un perdedor. Si se suman las cuatro eliminatorias coperas de este curso más las anteriores el cómputo global es 26. El bagaje es amplio y el club y la afición lo respaldan con un oficio sin igual en la UEFA. El tetracampeón busca hoy su quinta final, la tercera seguida con Emery. "Las experiencias se aplican en el presente con todas las situaciones vividas. Estamos preparados para 90 minutos, pero venimos de una eliminatoria durísima en la que el equipo supo estar de pie en todo momento y hasta el último instante. Ahora tenemos que estar preparados para estar de pie, con las botas bien puestas, y pase lo que pase".

El entrenador sevillista cuenta con esa experiencia propia y colectiva, tanto de él como de sus jugadores y del sevillismo: "El Shakhtar ha ganado los tres partidos fuera de casa, ése es el respeto y el conocimiento que tenemos sobre ellos y que nos hace trabajar muchísimo los detalles. Pero va a haber un factor más, nuestra afición, nuestro templo, nuestro estadio, nuestro querer y desear". Y continuó con su versión de la casta y el coraje, del dicen que nunca se rinde: "Para acceder a una final tenemos que pasar procesos de sufrimiento y ser capaces en esos momentos de estar juntos, conceder lo menos posible al rival, porque el rival va a tener sus momentos". Y ahí analizó al Shakhtar Dontetsk: "Tienen dos centrales con mucho oficio, Rakitskiy con una salida de balón muy buena; dos pivotes, los dos de la selección ucraniana, que se complementan muy bien; Facundo Ferreyra, con mucha capacidad de llegada y de hacer gol… O sea, es un equipo que sabe jugar al contragolpe con mucha calidad y que sabe jugar también en posicional", explicó.

Por ello, Emery pidió que todo no sea empuje corajudo: "Además de corazón, el equipo necesita mucha cabeza y mucho futbol de nuestros jugadores". "El 2-2 nos da el 50 por ciento -dijo en esa línea de racionalidad-, en caso de empate el gol doble podría ser determinante, pero en un principio no lo considero. El partido va a estar muy igualado, tenemos que intentar plantearnos el partido desde esperar la mejor versión del Shakhtar, que es una versión de Champions, de un equipo que en su liga está acostumbrado a ganar. Estamos preparándonos respecto al mejor Shakhtar. La dificultad va a ser grande, y allí la conseguimos superar, pero ahora van a ser otros 90 minutos y tenemos que estar preparados para ello".

Por último, habló de que el Sevilla no está saciado de plata: "Vivimos un momento especial, un momento de ilusión, del que no podemos nunca cansarnos, de tener hambre, necesidad y deseo de seguir teniendo la oportunidad de hacer algo importante, algo histórico… Y además siendo conscientes de la dificultad, porque en el partido de ida todo el mundo pudo comprobar que es un equipo acostumbrado a ganar, con mucha experiencia, con muy buenos jugadores internacionales y que para contrarrestar eso necesitamos de todos… Es el gran día en el que todo el sevilismo se va a juntar; esperemos que el templo de todos los sevillistas nos dé esa fuerza para superar esta eliminatoria".

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