El Rayo Vallecano sorprendió a todos la pasada campaña con un atrevimiento que terminó costando puntos y que cerró el ciclo de José Ramón Sandoval. Pero la nueva etapa comandada por Paco Jémez ha otorgado valores paralelos en relación a su capacidad para asumir riesgos y buscar siempre a su enemigo.

Pero todo riesgo asumido se convierte también en corrección cuando los golpes aparecen. El Rayo que inició el curso jugando con sólo un central se convirtió en un equipo más sólido con división de roles más definidos y la presencia de varios futbolistas con determinación táctica.

sin balón

El Rayo sufre sin el control del esférico y lo demostró hace dos semanas en su duelo en Granada. Paco Jémez inició la temporada apostando por Jordi Amat como único central, pero los riesgos eran notables y varió a una defensa más lógica en la que también entra Gálvez, capaz de recuperar con facilidad.

En los laterales, Casado le gana la partida a Nacho por la izquierda y sube con asiduidad para tratar de asistir a los numerosos atacantes que se suman al área. Tito entra por el carril diestro y es el futbolista con más minutos de la plantilla.

Javi Fuego es el auténtico alma táctica del equipo. Trata de compensar el atrevimiento del resto de hombres cubriendo zonas y protegiendo carencias. Lo hace siendo la referencia de un centro del campo que tiene problemas para recuperar el balón cuando el rival sobrepasa la primera línea de presión existente.

con balón

Paco Jémez quiere posesiones rápidas y aprovecha la rapidez de sus hombres para lanzar ataques constructivos pero directos. El balón pasa por los pies de Javi Fuego cuando sólo es imprescindible, mientras que hacia delante aparecen futbolistas con una capacidad innata para crear desde cualquier posición y a través de diferentes armas.

Los laterales toman un papel protagonista en este equipo. Ambos suben con asiduidad y facilitan la labor de un ataque repleto de hombres capaces de desbordar por la zona central como José Carlos, Piti o Lass. Esta continua movilidad desconcierta a los rivales, que deben vigilar demasiadas alternativas.

Trashorras suele actuar de medio centro si Paco Jémez no teme demasiado a su enemigo. Sabe manejar el balón y tiene profundidad y buen disparo, aunque a nivel defensivo siga sin ser un seguro en la medular. La sanción de Piti resta pegada a este equipo, pero el técnico tiene piezas para mantener un sistema con tres hombres por detrás de un Delibasic convertido en baza goleadora. Leo Baptistao, José Carlos, Lass y Chori Domínguez reflejan la filosofía de un Rayo atrevido y lleno de argumentos ofensivos.

lo mejor

La calidad de los atacantes, capaces de desbordar sin espacios.

lo peor

La irregularidad defensiva, reflejada los cambios constantes.