El "cuidado" de la experiencia

Unai Emery no es hombre de sacar pecho. No lo ha hecho cuando ha ganado un título sólo cuatro meses después de que gran parte del sevillismo pidiera su cabeza. Ahora, con el Sevilla en lo alto de la tabla tras un rutilante comienzo de campaña, trata de restarle velocidad al carro de la euforia. Sabe cómo se mueve esto y pide calma. Va en la profesión.

"Estamos bien, pero en tan poco tiempo del bien al mal se pasa muy rápido. Mañana (por hoy) el objetivo de los tres puntos nos tiene que llevar a que en el terreno de juego la primera visión de los aficionados sea que el equipo quiere, que el equipo está, que la credibilidad se la quiere seguir ganando". Las palabras de Emery no son cualquier cosa. Con muchos haciendo cuentas de cómo puede llegar el Sevilla el sábado al Calderón, la visita de la Real Sociedad tiene que acaparar la atención y la preocupación que se merece un partido de competición.

Lo que se piensa dentro del vestuario no tiene nada que ver con lo que hay fuera, aunque también es necesario que los profesionales sepan qué se espera de ellos. "Nosotros, desde la satisfacción de que van saliendo las cosas, somos conscientes de la dificultad que entraña cada partido como para que trabajemos siempre pensando en mejorar, y si acaso añadiéndole más dedicación", explicó Emery, quien quiere que su equipo consiga "una credibilidad sostenida con nuestra afición".

Pero eso se logra a través de victorias, de no dejar de ganar y el rival de esta noche, pese a lo que se pueda pensar, pondrá oposición: "La Real es un equipo con dudas en cuanto a resultados, pero que después de cada duda ha reaccionado. Después de caer eliminado en la Europa League llegó a su estadio el Real Madrid y le ganó, y además con una claridad aplastante. En Vigo, después de ir perdiendo 2-0 con dudas en cuanto al momento, reaccionó empatando a dos… Ahora que vienen de un resultado negativo, nosotros estamos advertidos de que son capaces, en esa dificultad, de reaccionar. De ésta salen, y nosotros tenemos que parar eso, con nuestra continuidad de exigencia, con nuestro estadio de fortaleza".

El de Fuenterrabía sigue insistiendo en que su equipo tiene cosas que mejorar, en ataque porque en Córdoba no tuvo "ese instinto matador, terminador, asesino futbolístico...", y en defensa controlar ciertas situaciones. "La Real tiene unas características muy definidas de jugadores determinantes y debemos tener cuidado y tener bien controlados a futbolistas que como nos confiemos se pueden aprovechar, tipo Vela, por ejemplo", avisó.

Individualmente, ante las preguntas de los periodistas, se refirió a dos jugadores, Deulofeu y Aleix Vidal. "A Deulofeu hay que dejarlo, cuanto más tranquilo lo dejéis mejor. Él tiene la ansiedad de jugar y hacer cosas, pero los tiempos también están, hay un proceso de adaptación y no va a hacer de un día para otro lo que le digamos. La semana pasada vimos a un buen Gerard, pero con aspectos a mejorar. Si mañana tiene que jugar Deulofeu, queremos los buenos aspectos, pero mejorados. Y él está en esa buena línea". Del ex almeriense, fijo en su once tipo, explicó que tras la Supercopa de Cardiff alimentó alguna duda, pero que el cuerpo técnico siempre confió en él y que tuvo una respuesta "inmediata".