Gabriel Humberto Calderón quiso despedirse del Betis desde la sala de prensa. El argentino iniciará ahora una nueva etapa, probablemente otra vez en el fútbol árabe, aunque antes acudirá a Brasil como miembro del equipo de análisis técnico de la FIFA. Eso sí, Calderón apuntó la necesidad de que el club verdiblanco inicie un proyecto desde cero, a la vez que lamentó no haber ayudado para conseguir la permanencia.

"Ha sido un honor entrenar al Real Betis Balompié, mi equipo. Soy el primer y máximo responsable de no haber logrado la remontada en estos cuatros meses. Me voy triste, por no haber dado a la afición la alegría que merece, y decepcionado, por no haber cumplido un objetivo complicado, pero en el que creía firmemente. Estoy agradecido a la afición por la confianza y el respaldo, a los jugadores por su entrega y a la afición, que me arropó siempre. Siempre he creído en el trabajo en equipo, he intentado estrechar lazos con todos los departamentos del club, a los que agradezco su buen trato. Entiendo que ahora debe empezar un proyecto con un nuevo entrenador que cuente con el 150% del apoyo. Es lógico que no continúe. Me tocará apoyar al Betis como un abonado y un accionista más vaya donde vaya. Siempre estaré a disposición del Betis. Espero que se logre la unidad, eso nos hará más fuertes y nos permitirá el rápido regreso a Primera División, el lugar que merece la afición", leyó el argentino en un comunicado.

"Es lógico dar un paso al costado y dar paso a una persona que contará con el respaldo absoluto en la situación en la que estamos", respondió posteriormente Calderón, que también señaló que ya le había dado sus informes de la plantilla al nuevo secretario técnico, aunque tampoco considera que fuera necesario un cambio radical en la plantilla: "No es tan mala. Por los puntos que hicimos y los tres entrenadores que ha habido, hay que cambiar cosas. Tengo claro lo que hay que mejorar, pero no hacer un cambio radical. Cambiar de golpe no es bueno".