Sevilla-eibar

El día gris no ensombrece el carrerón (1-0)

  • Duodécimo triunfo consecutivo del Sevilla en Liga como local. El Eibar rondó neutralizar el tempranero gol de Llorente al permanecer abierto el partido.

Hasta en los días borrosos brilla Nervión, creyente al máximo de las opciones de un equipo que pese a jugar con fuego hiló su décimosegundo triunfo seguido como local en la Liga BBVA. Se dice pronto y se explica aún más rápido, puesto que el Eibar hizo méritos para rascar algo y romper la espectacular racha pero demostró estar jugando por encima de su límite y dejó escapar vivo a un Sevilla con demasiados frentes abiertos y la impresión de tener un número suficiente pero limitado de opciones cuando la cosa no termina de funcionar.

Algo así pasó en la suave tarde-noche ante el Eibar. El Sevilla hizo lo justo para aselantarse, tuvo varias acciones notables y rondó el segundo tanto pero dejar el partido abierto y tener enfrente a un rival que se cree a pies juntillas que puede echarle la pata a cualquiera es un riesgo tremendo que no fue a mayores de milagro. Cierto que Banega debió resolver un mano a mano a un cuarto de hora largo del final pero no lo es menos que tanto Borja Bastón como Sergi Enrich tuvieron una ocasión clamorosa cada uno.

Y todo acaba 1-0 porque el Sevilla sale en tromba y achica al trabajadísimo Eibar, sin grandes nombres en su elenco pero con una impresión de equipo admirable. Aprietan los locales y ni siquiera la falta de confianza de Llorente evita que el gol llegue temprano, lo ideal para cualquier partido trampa como este, porque la buena impresión de Barcelona debía obligatoriamente traducirse en triunfo y no es tan cándido el Eibar, ni mucho menos, como su historial podría transmitir.

De una falta que no es tal sobre Reyes y que cuesta la amarilla a Dani García nace una combinación espléndida de Tremoulinas y Krohn-Dehli, con centro raso del danés que deja pasar Carriço y controla Llorente, letal de necesidad en cuanto consigue abrir un poco el balón para darse la vuelta. A falta de brillo, el riojano convierte sus opciones. O gol o nada, y esta vez marcó.

El partido está donde necesitaba este Sevilla que no tiene descanso ni tanto armario para no repetir camisa los domingos. Y eso que Emery mueve elementos y Mariano y Llorente, que no viajaron a Barcelona, son titulares junto a Reyes y Carriço. Un refresco relativo para un equipo que no gana fuera y que el sábado visita Getafe (siete derrotas consecutivas) antes de viajar a Basilea.

Y el Sevilla, mitad por inercia y mitad por el fantástico orden del Eibar, retrocede lo justo para que Escalante y Adrián manden bastante más que Reyes, por ejemplo, al punto de que Sergio Rico tiene que sacar un balón envenenado de Escalante y justo antes del pitido un remate escorado abajo de Borja. El Sevilla, por su parte, no colecciona ocasiones precisamente pero hila un par de jugadas al primer toque de las de poner Nervión boca abajo de acabar en gol.

El segundo tiempo sevillista se parece peligrosamente al de Vallecas, por no retroceder demasiado. Sin el empuje del Rayo, el Eibar nunca se entrega y Sergio Rico evita el empate en un cabezazo perfecto de Borja adelantándose a Rami mientras Mariano evita que Adrián empuje el rechace al segundo palo.

Se ha cruzado escasamente la hora de juego y el Sevilla intenta espabilar. Acaba de entrar Vitolo y se le une pronto Gameiro. Total, que con el marcador a favor la cosa no va y Emery tira de los habituales, pues si consideramos a Mariano-Coke como la misma cosa (por presencia habitual en el equipo) y a Carriço un pasito por delante de Kolo el equipo es perfectamente reconocible como titular.

Puede, y debe, sentenciar el Sevilla, que ahora tiene más el balón y buena presencia arriba con las conducciones de Vitolo. carriço de cabeza pone a prueba a Riesgo en el 70, primer tiro a puerta local en la segunda parte. Síntoma de la falta de revoluciones de un equipo con doble salida en la próxima semana.

Al poco llega el referido mano a mano de Banega, tras un robo y contra conducida por Gameiro. Riesgo saca con el pie el remate cruzado del argentino y el Sevilla se mete en una incomprensible espiral de córners horribles. Y, a pesar del gran trabajo defensivo del Sevilla, Sergio Rico duda un par de veces y un mal despeje suyo lo convierte el Eibar en una contra terrible en la que el envío a Enrich esquiva a los centrales¡ Rico duda y el delantero le sortea antes de caerse solo al intentar rematar a puerta vacía.

Cosas, ni siquera la segunda amarilla a Lillo consiguió que el Sevilla sentenciara y Rico sacó espléndidamente una falta lateral en la jugada final.

Respiro hondo. Doce triunfos caseros consecutivos como local en Liga y el único pero de no cerrar un partido que se pudo poner feo antes de viajar al depresivo Getafe y exponerse ante el anfitrión de la final de la Europa League.

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