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Un equipo con los dientes de leche

  • Jugar con dos puntas hacía aún más necesario que la pareja Krychowiak-N'Zonzi impusiera su fuerza y los demás ayudaran, pero esa cohesión apenas duró media hora.

El perfil guerrero del Sevilla de Unai Emery, el que lo llevó a las dos conquistas europeas sobreponiéndose a situaciones de lo más adversas, es hoy una quimera, una pérdida que al concienzudo entrenador vasco debe obsesionar desde ya. Su equipo no es capaz de mantener la mínima cohesión para someter a un rival tan inferior como este Levante porque su actitud, feble hasta decir basta, agrava incluso las evidentes deficiencias que el bloque presenta en esta fase de acoplamiento. Las miradas convergían ayer en el eje de la zaga por las ausencias, pero los puntos negros no brotaron tanto ahí como en otras zonas: un portero que transmite tan malas energías en la actualidad, que hasta los goles que no son de su responsabilidad lo parecen y al que la fortuna da la espalda; unos laterales que no compensaron esta vez su impericia atrás con su desahogo arriba; Krychowiak-N'Zonzi, una novedosa pareja en la sala de máquinas que duró media hora como sostén del andamiaje; Konoplyanka como si nada fuera con él; Llorente desconectado. Tantos renglones torcidos devuelven la vida a cualquiera. Incluso a este Levante de Alcaraz, Ghilas y Deyverson.

Defensa

Sin Pareja, Rami ni Carriço, actuaban como dúo de centrales los hombres llamados a relevar a cualquiera del trío, Kolodziejczak y el recién llegado Andreolli. Difícil un corazón de la defensa más circunstancial que el que ayer presentó el Sevilla en Orriols. Y para mitigar los riesgos, qué mejor que defender con la pelota. Y tirar la línea lo más lejos posible de Beto, para reducir la peligrosa vía de lo azaroso, que estaba ahí, soterrada pero más latente aún, por el estado del terreno de juego, encharcado y con el peligro de un balón a medio camino que cazara algún granota.

El foco de inquietud sobrevino por la inseguridad de Tremoulinas ante las subidas de Morales, el lateral largo que eligió Lucas Alcaraz para el carril derecho. Entre las malas decisiones del internacional francés a la hora de antriciparse o aguantar y su tendencia a entrar con la pierna encogida, por ahí encontró el Levante una vía para animarse.

Pero el derrumbe se consumó en la segunda parte, con la dimisión de Krychowiak y la preocupante inconstancia de N'Zonzi. El racial empuje del Levante no encontró respuesta.

Ataque

El Levante salió concediendo muchos metros entre su zaga y sus puntas. Ahí N'Zonzi apareció pululando a un lado y otro y sorprendió arriba. Por la derecha, Coke empezó con buen son impulsado por las potentes carreras de Vitolo y la hiperactividad de Gameiro, que está más cómodo con otro punta a su lado. Pero cuando el Levante apretó sus líneas y tiró para arriba, el Sevilla no tuvo vigor, agresividad, colmillo para decirle quién es quién. Konoplyanka se pierde en frivolidades. 

Virtudes

Esa media hora inicial, hasta la lesión de Kakuta, de mando.

Talón de Aquiles

El proyecto no cuaja aún. Aún tiene los dientes de leche y apenas sabe qué es eso de morder.

Uno por uno

Beto Convierte en peligrosas situaciones que nacen inocuas, como esos centros bombeados.  

Coke De más a menos, fue viéndose obligado a defender más de lo que esperaba. Impreciso al colgarla al área.

Andreolli Cumplió en su estreno, cruzándose con sentido y valentía. No se complicó.

Kolodziejczak Apenas exigido por los puntas, no fue el más despierto en la jugada del empate.

Tremoulinas Sus deficiencias atrás son más punibles si arriba apenas da un buen servicio, el del penalti de Juanfran. Kakuta Esa amarilla tan temprana lo hizo descarrilar.

Krychowiak Se dejó mucha de su habitual fuerza en su Polonia del alma. Acomodado.

N'Zonzi Empezó como una manta, abarcando terreno, desahogando y con un golazo. Tras el descanso se diluyó.

Vitolo Cruzó líneas y fue de los pocos en no claudicar.

Gameiro Mejor en la hilazón de los ataques que en la resolución.

Llorente Ganar balones por arriba no lo es todo.

Konoplyanka Frívolo.

Immobile ¡Uno agresivo!

Krohn-Dehli Cierto criterio.

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