La maldición de la portería británica vuelve a escena (1-1)
Grupo C · Inglaterra-EEUU
El portero inglés Green deja escapar un tiro inofensivo desde fuera del área de Dempsey cuando los de Capello ganaban 1-0 con gol de Gerrard.
Otra vez. Inglaterra ha vuelto a fallar en su punto más débil: la portería. Este sábado no fueron Seaman ni Robinson. Fue Green, el hasta ahora libre de culpa con la selección y portero del West Ham, el que este domingo será fusilado por los periódicos británicos. Su pecado: dejar escapar un tiro aparentemente inofensivo del estadounidense Dempsey para estropear el debut de Capello en el Mundial y regalar una prometedora ventaja tempranera lograda por el capitán Steven Gerrard. Todo un crimen para la prensa de las islas.
El choque se presentaba como el segundo partido que había generado más expectativas tras el fiasco del Uruguay-Francia. El buen papel desempeñado por Estados Unidos en la Copa Confederaciones, donde dejó fuera a España y estuvo a punto de sorprender a Brasil en la final, precedía a la selección norteamericana. En cuanto a Inglaterra, sólo unir su nombre al de un entrenador tan criticado como respetado como el de Fabio Capello en una cita seria como la mundialista genera interés. Y el partido no defraudó.
Fútbol de ataque
Desde que el brasileño Carlos Simon dio el pitido inicial, los dos equipos mostraron dos propuestas muy parecidas. Un fútbol muy rápido y vertical con llegada de los centrocampistas. Y en una de esas llegadas llegó el gol inglés. Cuando sólo habían transcurrido cuatro minutos de partido, un saque de banda llegó al borde del área al gigante Heskey, que bajó el balón para Gerrard y éste la puso con el exterior a la derecha del portero Howard.
Estados Unidos despertaba. Estaba en un Mundial, no en un ensayo como la Copa de Confederaciones. En cuatro minutos le había caído el primero, y se fue hacia delante. Probó primero con centros largos al área buscando la envergadura de Frindley y logró embotellar a los ingleses a base de corners, que sólo asustaron con un par de contragolpes con el veloz pero ineficaz en el pase Lennon por la derecha.
Fue entonces cuando Dempsey, al borde del descanso, probó lo que había que probar: los guantes de Green, que resultaron ser de mantequilla. Un tiro desde el exterior del área, que por mucho que fuera con el Jabulani podría haberlo cogido un niño, se colaba por debajo del meta inglés, que miraba incrédulo como la pelota cogía el camino de la portería y se lamentaba sobre el césped incluso antes de que tocara la red. 1-1 y candidata a la cantada del Mundial.
Atentado a la doctrina Capello
Aunque más se lamentaban Capello y Beckham en el banquillo. ¡Qué cara se les quedó a ambos! No sabían dónde meterse. Es sabido que la portería y la defensa son una de las obsesiones del técnico italiano, que siempre ha exigido un portero de garantías (y altos a poder ser) a donde quiera que haya ido. Incluso estuvo a punto de nacionalizar para la causa inglesa al portero español del Arsenal, Almunia.
¿Cómo puede ahora ese guardameta dar la seguridad que pide Capello a un equipo? Puede cambiarlo por el segundo portero, de 40 años, al que la prensa inglesa apoda Calamity James. Pero no parece una solución adecuada. Este domingo la prensa ya empezará a darle ideas con su crueldad habitual que ya sufrieran David Beckham, cuando fue expulsado en en Mundial de 1998 en octavos contra Argentina, o Seaman, cuando se tragó en Corea y Japón 2002 una falta lanzada por Ronaldinho desde Río de Janeiro.
Rooney, desaparecido
La segunda parte fue otro tira y afloja con un fútbol similar de idas y venidas en donde se vio la diferencia entre ambos equipos: el portero. Howard estuvo perfecto en acciones claras, como un tiro a bocajarro de Heskey que bloqueó bien abajo.
Rooney, muy solo y desaparecido en el esquema de Capello, sólo hizo acto de presencia en una acción en la que que un defensa estadounidense le sacó un balón bajo los palos tras hacer un sombrero. Luego, Green se redimió con la ayuda del palo en el otro área a remate en solitario de Altidore, siempre peligroso.
Inglaterra dio entrada a Crouch como último recurso. A la inglesa. Pero fue inefectivo. La maldición de las manos blandas había hecho acto de presencia y las tablas eran inminentes. Por lo menos esta vez ha sido con poca trascendencia en la fase de grupos. A ver cómo lo soluciona Capello.
Ficha técnica:
1 - Inglaterra: Robert Green; Glen Johnson, John Terry, Ledley King (Jamie Carragher, m.46), Ashley Cole; Aaron Lennon, Frank Lampard, Steven Gerrard, James Milner (Shaun Wright-Phillips, m.31); Wayne Rooney, Emile Heskey (Peter Crouch, m.79).
1 - Estados Unidos: Tim Howard; Steve Cherundolo, Jay DeMerit, Oguchi Onyewu, Carlos Bocanegra; Clint Dempsey, Michael Bradley, Ricardo Clark, Landon Donovan; Jozy Altidore (Stuart Holden, m.86), Robbie Findley (Edson Buddle, m.77.)
Goles: 1-0, m.4: Gerrard. 1-1, m.41: Dempsey.
Árbitro: Carlos Simon (Brasil). Tarjetas amarillas, por parte inglesa, a Milner, Carragher; y por Estados Unidos, a Cherundolo, Demerit, Findley.
Incidencias: primer partido del grupo C del Mundial, disputado en el estadio Royal Bafokeng de Rustenburgo. 38.000 espectadores.
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