Informe Técnico · real sociedad-sevilla

Lo poco o lo mucho... perdido en las áreas

  • Un Sevilla ramplón que no fue inferior lo regaló todo.

El fútbol es una actividad física que se practica en grupo, es decir, de forma colectiva, con el fin de avanzar en fases del campo hacia una en concreta, la zona de finalización, en la que se consigue el objetivo final, que es introducir el balón en la portería del rival. A la inversa, en fase defensiva, el fin es todo lo contrario, impedir que el contrario perfore la portería propia.

El Sevilla en Anoeta, aunque fuera a impulsos, fue mejor que la Real en las fases de iniciación, creación y progresión si dividimos el largo del campo en cuatro zonas. Disfrutó de más ocasiones que el equipo local sin desplegar un gran fútbol -ni muchísimo menos- pero no estuvo acertado en la finalización. Unas veces por fallos en el remate, otras por lentitud en el último pase o a la hora de acomodarse el tiro...

Pero eso, que puede ser un gran pecado, fue más castigado aún al no hacer bien las cosas en fase defensiva, regalando dos goles con marcas deficientes en jugadas a balón parado y despejes mal orientados de Krychowiak.

Defensa

La lesión de Andreolli no modificaba el esquema táctico ni la estrategia operativa, pero trastocaba la planificación por la necesidad de gastar un cambio. Tanto con el italiano como con Kolodziejczak tuvo muchos problemas en esa banda un Tremoulinas que no recibía las ayudas precisas de N'Zonzi. Emery quiso trenzar una columna vertebral fuerte con el francés de enlace, Krychowiak de escoba e Iborra de pararrayos para Immobile, y es cierto que por ahí la Real no construyó nada o casi nada, aunque hubo deficiencias, como otras veces, en agresividad. Así y todo, el sistema defensivo parecía aguantar y que no iba a ser el problema precisamente en Anoeta. Pero apareció un jugador que, pese a lo que pueda creerse, nunca fue bien en las disputas aéreas. Krychowiak les quitó de la cabeza el despeje primero a Rami y luego a Kolodziejczak para poner a un rival en ventaja, más allá de que las marcas, como la de Iborra a Aguirretxe en el 1-0, no estuvieran abrochadas.

Ataque

El plan no funcionó. O funcionó a empellones. Iborra bajó algún balón meritorio, pero Immobile no encontró los espacios que debía. Se topó con alguno, pero no los previstos bajo la idea de esperar la presión de la Real y buscarla a sus espaldas. Los últimos movimientos fueron lentos, con un Vitolo laxo y un Reyes que no encuentra su perfil bueno si no se viene a la derecha, como hizo alguna vez. Konoplyanka y Gameiro no mejoraron el panorama.

Virtudes

Siendo un Sevilla ramplón, no hizo las cosas tan rematadamente mal.

Talón de aquiles

Hay sitios donde no se puede fallar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios