mariano ferreira. futbolista del Sevilla f.c.

"La primera vez que vi la playa tenía 17 años"

  • Se sale del guión que imaginamos del lateral brasileño, pues ataca con el pase y no con el regate. Uno de esos niños que jugaba descalzo en las favelas es ahora uno de los punzones del fútbol por las alas que gusta a Emery.

Más veces de las que creemos los estereotipos nos engañan. Uno oye "lateral brasileño" y piensa en un carrilero habilísimo que aprendió a regatear sorteando las conchas en las playas de Ipanema o Copacabana. Mariano Ferreira Filho (23-6-86, Sao Paulo) se crió -como muchos- en la pobreza de las favelas, pero no sabe regatear. Su gran potencial ofensivo reside en una visión especial para el pase y el centro y para atacar los espacios libres. Rara vez encara... mejor, recibe el balón, analiza la situación y ataca con el pase. Para defender, algo parecido, prefiere la temporización a la entrada. Es, pues, un lateral brasileño, pero un lateral flotante. Quizá es la forma, con esa timidez que aún hoy demuestra, en la que entendió su manera de interpretar el fútbol, un fútbol no aprendido en las escuelas, pero amasado de otra manera, eso sí, al ritmo vivo que siempre da la calle y, cómo no, las de su país...

"En Brasil también hay escuelas de fútbol, pero mucha gente juega en la calle, como yo, que jugaba en la calle. He salido de las favelas. Allí no teníamos mucho espacio, ni muchas cosas para hacer, sólo la escuela y la calle...".

-¿Qué piensa cuando ve a niños con las botas último modelo entrar por la ciudad deportiva?

-Nosotros no teníamos nada. Jugábamos descalzos y sólo alguna vez cuando un amigo tenía una situación de dinero mejor nos regalaba unas ya usadas, pero era raro.

-¿Es verdad que se aprende un fútbol distinto en la calle y en la playa?

-Yo no jugaba en la playa. A nosotros nos quedaba un poco lejos, a hora u hora y media en coche. La primera vez que vi la playa tenía 17 ó 18 años. Para los niños en Brasil empezar en fútbol es muy complicado y cuando conseguimos algo, como yo he logrado llegar donde estoy hoy, pensamos en los amigos. Si puedo ayudarlos lo hago y si no, intentamos hacer algo. Tengo diez hermanos, somos ocho niñas y tres niños. Mis hermanos jugaban pero no como profesional. Jugaban muy bien, tengo una familia de buenos futbolistas. Fui yo el que a los 6 años salí para intentarlo, en Guaraní, pero es duro. Iba a una hora de Sao Paulo. Para mí no era fácil tampoco, era muy pequeño. Mi familia es originaria del noreste de Brasil, de Recife. Me fui muy pequeño para Sao Paulo.

-Este Mariano es otro distinto al que se vio al principio.

-Vine de un campeonato distinto como el francés. Es más de fuerza, más contacto... En España el fútbol es más de corrido y necesitas una buena preparación física. Cuando llegué había hecho una pretemporada con el Burdeos y tuve que hacer otra preparación con el Sevilla. Hice dos pretemporadas y creo que eso lo noté. Hoy estoy al ritmo de los otros compañeros para intentar aportar en lo que pueda al equipo.

-Estableciendo una tabla con las capacidades condicionales, digamos en Francia prima la velocidad y la fuerza y en España, la resistencia.

-Sí, así es. Y tener la técnica por supuesto. Todos los jugadores técnicos están aquí. En Francia ya sabemos que hay jugadores con mucha fuerza, como los africanos. Allí se juega mucho a la espalda porque hay mucha potencia y velocidad. Aquí se tiene más el balón, aunque también hay velocidad, pero hay que esperar el momento.

-Quedó muy marcado quizá, de cara al exterior, por la derrota ante el Celta en casa. Más allá de que se le vio sufriendo, las críticas fueron duras.

-Sé que no hice un buen partido. Era el primero, y además yo nunca había jugado un partido a las doce. Hacía casi 40 grados. En Francia jugábamos a las 14:00 pero no hacía tanto. Hacía calor para todos, pero a mí me afectó mucho. Claro que sufrí y entiendo que algunos aficionados no salieran contentos, pero aquello me sirvió para aprender y después he hecho buenos partidos.

-Con el paso del tiempo sí se vio ese jugador que conquistó Francia y que antes fue elegido mejor lateral del Brasileirao.

-He ganado la Copa de Francia con el Burdeos y mi sueño es ganarla también aquí con el Sevilla. Ya he vivido una final como la Supercopa, que no ganamos, pero tenemos otra oportunidad.

-Emery es un enfermo de los laterales, claves para su fútbol.

-Eso te presiona un poco más porque espera mucho de nosotros, pero no lo miro como un problema. Es bueno porque nos hace crecer cada día y cada entrenamiento. En Brasil hay presión siempre, tanto los laterales como los otros jugadores en un gran club tienen que ganar.

-Usted es un lateral brasileño un tanto peculiar. No busca el regate y prefiere el pase.

-Sí (sonríe). Todos me lo dicen. No soy tampoco mucho de hacer goles, pero me gusta dar asistencias, hacer pases...

-Que ataca mejor con el pase que encarando.

-Sí, sí, me lo dicen mucho. Las personas que están cerca de mí me dicen que tengo que regatear y es muy bueno también. Está claro que todos los futbolistas somos diferentes. A mí me cuesta un poco más, pero trato de mejorar también en eso.

-No digo que sea mejor, pero sus pases desde campo propio hacen más daño que una finta...

-Sí, eso siempre me gustó mucho. En Brasil, en Francia... lo he hecho mucho. Me gusta buscar a los delanteros con un pase largo. Es bueno para el equipo.

-¿Cree que tiene razón quien critica que cuando juega Llorente no está usted para centrar? Igual que imagino que le molestará cierta guasa con el cambio de Coke por Mariano o al revés.

-No tenemos que hablar de eso, no sé qué es eso. Las cosas de fuera, de los aficionados... sólo pienso en la opinión del míster. Con Llorente es verdad que tienes que llegar más a línea de fondo para que el centro le llegue de frente, y además él quiere un centro alto, a la vez que Gameiro lo prefiere más el espacio, la espalda de la defensa. Cada punta tiene su forma de atacar. Emery nos dice "tú juegas, pero te cambio por Coke", él busca lo mejor para el equipo. A veces juego yo y a veces él. Igual que arriba. Puedo jugar yo con Llorente, o Coke con Llorente o yo con Gameiro. Él busca lo mejor para el equipo.

-Algo tendrá Coke cuando lleva tantas temporadas aquí...

-Es un grandísimo jugador y una gran persona. Nosotros tenemos ahí una disputa muy buena por el puesto, pero en todos los grandes clubes pasa eso, tienen dos buenos jugadores en cada puesto y aquí no es diferente. A Coke no lo veo como una competencia, sino como un gran compañero, es un ejemplo, es capitán... El míster a veces nos pide cosas diferentes y elige el que cree que mejor nos viene para cada partido. Igual ocurre en la izquierda con Tremoulinas y Escudero. Yo lo veo como una cosa normal.

-Fue usted mismo quien mencionó a Daniel Alves en su presentación... Dura comparación.

-Dani ha hecho una gran historia aquí. Ha ganado títulos, fue al Barcelona y es normal que el aficionado espere algo parecido cuando viene otro brasileño que juega en la misma posición. Siempre se compara con él, si uno puede ser o no como él, pero yo les digo que si hago un diez por ciento de lo que Dani hizo aquí, estoy más que satisfecho.

-¿Se queda con el vino de Burdeos o los encantos de Sevilla?

-Allí hay buen vino y buen champán. No me gusta mucho el vino, pero si tengo a amigos en casa lo pruebo. Lo que más me gusta de aquí es el clima. El invierno en Europa es muy frío, hay nieve, y aquí, lo máximo son 10 ó 12 grados por la noche. De Sevilla sobre todo aprecio el carácter de las personas. Son parecidos a nosotros. Me gusta palpar el pulso de las ciudades. Me gusta conocer los restaurantes.

Me ha gustado el jamón, la paella, los pescados... pero lo que más me gusta es la tortilla.

-Ahora es cuando en Sevilla se disfruta... y llegan las finales.

-Creo que nosotros estamos acostumbrados a jugar finales. Ya hemos demostrado lo que podemos hacer ante el Barça en la Supercopa y es una buena ocasión de ganar. Es un equipo muy fuerte, pero es otra oportunidad. Nosotros ya les hemos ganado aquí en la Liga. Jugamos muy bien, nuestra gente disfrutó y allí en Barcelona también les plantamos cara. Sabemos jugar contra ellos y somos el rival que más problemas les hemos creado esta temporada. Messi, Neymar... Son jugadores que en cualquier momento en una jugada individual pueden hacer gol. Sabemos que una jugada de esas puede ocurrir, pero ya hemos visto que podemos hacerlos sufrir.

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