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Los retrasos marcan la cuenta atrás del ensayo

La Copa Confederaciones, que la FIFA considera como un "ensayo general" para el Mundial de 2014, permitirá a Brasil poner a prueba la mitad de los estadios que construyó para la máxima cita del planeta fútbol, aunque no tendrá a punto todo lo que prometió. Los retrasos marcan la pauta en la cuenta atrás para esa estelar que se anuncia para dentro de un año.

Las seis ciudades en que se disputará la Copa Confederaciones entre hoy y el 30 de este mes (Río de Janeiro, Brasilia, Salvador, Recife, Fortaleza y Belo Horizonte) concluyeron sus estadios, algunas con obras a última hora, pero aún no ofrecerán todo lo ofrecido para el Mundial en cuanto a aeropuertos, transportes, telecomunicaciones y alojamientos.

Las otras seis ciudades sedes del Mundial (Sao Paulo, Porto Alegre, Manaos, Natal, Cuiabá y Curitiba) aún no terminaron sus estadios y menos aún toda la infraestructura prometida. El propio presidente de la FIFA, Joseph Blatter, reconoce que, a un año del Mundial y a días del torneo que será su prueba de fuego, los estadios están bien encaminados pero restan dudas sobre las obras necesarias para recibir y atender a los hinchas.

Blatter dice que aún falta que se cumplan las condiciones adecuadas para los aficionados en los aeropuertos, para acomodarlos y ofrecerles transporte hasta los estadios.

Lógicamente, para la Confederaciones, Brasil espera muchos menos visitantes que para la Copa del Mundo y un público en su mayoría brasileño. Los turistas que acudan a la Confederaciones podrán asistir a 16 partidos entre 8 selecciones en 6 ciudades y durante 15 días, mientras que en el Mundial se disputarán 64 partidos entre 32 selecciones en 12 sedes y durante un mes.

Con excepción de los estadios, las demás obras están atrasadas en todo el país y algunas pueden no estar concluidas antes de la celebración del Mundial dentro un año exactamente.

El Sindicato Nacional de Empresas de Telefonía admite que no todas las ciudades sede de la Confederaciones ofrecerán la prometida cobertura completa de telefonía móvil de 4G.

La Asociación Nacional de Transportadores de Pasajeros sobre Rieles, por su parte, mantiene que ninguno de los cinco nuevos sistemas de transporte público programados estará listo antes de la Copa Confederaciones.

Los metros de Brasilia y Salvador incluso fueron excluidos de la lista de obras por diferentes razones.

Entre las pendencias que más preocupan figuran los aeropuertos, que el Gobierno prometió modernizar y ampliar, pero con obras que se extienden hasta el 2018.

Las operaciones del aeropuerto de Río de Janeiro, uno de los más cuestionados, tan sólo serán otorgadas a la iniciativa privada a finales de este año, por lo que su nuevo gestor tendrá pocos meses para ponerlo al día.

Pese a que las ciudades que acogen los partidos han aumentado su capacidad hotelera incluso por encima de la exigida por la FIFA, la preocupación en esta área radica en los precios abusivos por el hospedaje, que han convertido a Río, por ejemplo, en uno de los destinos turísticos más caros del mundo.

Esas pendencias no impidieron que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunciara que los seis estadios concluidos son garantía de que su país "tiene competencia para organizar el mejor Mundial de todos los tiempos".

"Muchos no creían que seríamos capaces de construir esos estadios antes de la Copa Confederaciones y en los estándares exigidos por la FIFA, pero sus responsables probaron que Brasil es capaz de aceptar desafíos y cumplir los compromisos que asume puntualmente", afirmó la mandataria.

A nivel futbolístico, la Confederaciones sí podrá ser considerada como "ensayo general" para el Mundial, ya que por primera vez participarán cuatro campeones mundiales (Brasil, Italia, Uruguay y España) y dos selecciones con una plaza ya garantizada para 2014 (Brasil y Japón), además de Nigeria, México y Tahití.

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