Foto: Antonio Pizarro

El secreto de un equipo es saber adaptarse a su nueva fisonomía. Este nuevo Sevilla es distinto al anterior, y el anterior, al que le precedía. Los jugadores van pasando en las plantillas y la virtud de los entrenadores está en amoldarlas con las piezas que llegan y con las que se quedaron. El Sevilla de esta temporada tiene mucha menos agresividad, es menos intenso en la pelea sin jugadores como Aleix Vidal, Bacca o Mbia, pero a la vez es más dinámico y desequilibrante con la chispa de Konoplyanka. Luego está la profundidad de los laterales, el sello que siempre busca Emery, para desarbolar, sobre todo en la segunda mitad, a un Madrid que llegó a Nervión con 4 goles encajados en diez jornadas y se llevó tres en noventa minutos.

Defensa 

El 4-4-2, casi puro, del inicio con Banega e Immobile por delante del balón acabó generando mucho espacio por el centro, donde faltaba agresividad con la displicencia de N'Zonzi y el recular de Krychowiak, aparte de que el Sevilla defendía con un jugador menos en esa zona cuando el Real Madrid superaba la primera línea de presión. Para eso, Emery recurrió al punch de Immobile, con el argentino bien cerquita para que en las contras no quedara muy desconectado. Y el Sevilla sufrió en esa fase por ese déficit que ya ha evidenciado en partidos fuera de casa. La falta de intensidad permite a los rivales recibir con comodidad y metros y el Madrid cerca de la media luna eso fue lo que se encontró. Atrás, con Andreolli en el perfil izquierdo, hubo más músculo, aunque los apuros tardaron en desaparecer. Con el paso adelante tras el descanso (fundamental la entrada de Llorente para fijar al Madrid atrás y que retrocediese su defensa), el Sevilla tuvo más control y N'Zonzi se liberó más.

Ataque 

En la primera mitad la idea era en muchas salidas atraer la presión del Real Madrid y que trabajase el ir y venir de Immobile, una de las sorpresas en el once, para cogerle la espalda a la defensa merengue. También, las llegadas de los laterales, con un Mariano que eleva el nivel de calidad de los centros aunque defensivamente equilibre un poco menos al equipo que Coke. El 1-1, en estrategia, hace un papel fundamental porque hace dudar al Madrid y da alas al Sevilla tras el descanso.

En la segunda mitad, aparece el equipo que apabulló al Getafe, sobre todo con la asociación entre Banega y Konoplyanka, con muchos más espacios además cuando Emery decide poner una chincheta en los pies de Pepe y Varane con la entrada de Llorente, que fija al Madrid y le impide adelantar sus líneas. Mientras, los laterales siguen subiendo. El 2-1 es fruto de esa complicidad entre el ucraniano y el argentino y el 3-1, de la profundidad de los laterales, pues centró primero Tremoulinas y después magistralmente Mariano para el cabezazo de Llorente.

Virtudes 

La fe y saber explotar sus virtudes.

Talón de Aquiles 

Falta intensidad, agresividad.

Uno por uno

Sergio Rico Sigue creciendo. Sacó balones de mucho mérito.

Mariano Del centro de campo hacia delante es un jugador muy interesante. Sus centros tienen muchísima calidad.

Rami Siempre está. Serio.

Andreolli No era fácil, con Cristiano, jugando por el perfil izquierdo... y lo sacó con nota.

Tremoulinas Bale lo inquietó poco y subió con sentido.

Vitolo Buen tono general, pero menos vistoso de lo habitual.

Krychowiak En la primera parte concedió muchos metros y su equipo lo sufrió. Luego, dio un paso adelante y mejoró.

N'Zonzi Su falta de intensidad hace recular al equipo por el centro, pero con balón tiene un gran sentido al primer toque.

 

Konoplyanka Espectacular otra vez tras el descanso. Se asoció con Banega y lideró.

Banega De punta hasta sacar su magia pegado a la izquierda.

Immobile Presiona y contagia. Es un poco Chevantón, con gol y no se lo piensa para ejecutar.

Llorente Fijó al Madrid atrás.

Krohn-Dehli Tuvo el balón.

Kolodziejczak Testimonial.