Cuando hay vida en los extremos

La cal de las bandas empieza a cobrar a vida en el Betis. Hoy parece cogida con alfileres, pero justo antes de llegar quienes se antojan como sus inquilinos más asiduos comienzan a despertar futbolistas que parecían aletargados. Dani Pacheco, malagueño de Pizarra que llegó a firmar por el Liverpool, y Álvaro Cejudo, cordobés de Puente Genil que nunca debió abandonar la cantera del Betis, firmaron ante el Sabadell el que ha sido su mejor partido como verdiblancos.

Desde luego que no lo bordaron, prueba inequívoca de que hasta la fecha no habían justificado ni el primer euro invertido por el club en sus fichajes el pasado verano. Pero anduvieron al nivel de un equipo que cuajó una primera parte sobresaliente.

El ponteño no tuvo fortuna. Asomó al partido lesionado, debido a un esguince en el tobillo derecho que se produjo en Gijón y que lo tuvo en tenguerengue toda la semana. En el minuto 36, entrando por el carril del diez pese a estar actuando como extremo derecho, Nauzet le sacudió el otro tobillo, el derecho. Mel, en vistas del 2-0, decidió no correr riesgos y lo sustituyó. Pero Cejudo se fue del césped dejando el partido ganado. Al portero arlequinado lo expulsaron. Antes, se había mostrado muy activo, incluso fue objeto de un posible penalti por parte de Víctor en una jugada muy similar a la de la lesión pero por su banda.

Dani Pacheco también andaba agazapado. Rara vez acaba algo de lo que empieza, pero Mel quiere recuperar a aquel futbolista que con 18 años fue capaz de debutar con los reds, al que fue internacional sub 21, del mismo modo que anda el madrileño en la tarea de rescatar al Cejudo de Las Palmas, al que fichó Osasuna, incluso al que él no conoció en la cantera bética pero que levantó las voces de algún hombre de fútbol cuando el Betis lo dejó ir libre en 2007. La cosa no fue más allá porque el resto de hombres de fútbol andaban con el dedito en la nariz y quien lo fichó fue el Ceuta, de Segunda División B.

Pero Mel apuesta por ambos. Quiere que Dani Pacheco sea mucho más que un lanzador de saques de esquina y faltas laterales. "Desde que ha llegado, Pepe Mel me ha dado confianza y era lo que necesitaba: trabajar para ganarme la confianza del míster e intentar devolvérsela en el terreno de juego. Cada vez estoy sintiéndome mejor", manifestó el pizarreño al término del partido. Cejudo no hizo declaraciones, pero sí Mel, quien lo prefiero renqueante antes que a Portillo. "El puesto en el once titular hay que ganárselo", dijo el técnico, enviando un recadito al malagueño de El Palo, el fichaje estrella de este mercado de invierno.

Pero no sólo a Portillo espera Mel. La reaparición de Vadillo está a la vuelta de la esquina y si no se ha producido ya es, en buena medida, debido a que los médicos y los técnicos no ven necesario asumir riesgos con un chico joven que lleva ya dos intervenciones de cruzado, una en cada rodilla. Pero el de Puerto Real goza de la velocidad que al entrenador madrileño le gusta cerca de la cal y que no tiene ninguno de los anteriores.

Y por África anda Kadir, de vuelta muy pronto seguramente si Argelia no es capaz de ganar a la Senegal de N'Diaye. Mel no tiene de qué preocuparse por los extremos. Que venga ya un central.