Fue detenido el 18 de septiembre tras una espectacular persecución por las calles de Sevilla, en la que casi terminó estrellando su vehículo contra la Jefatura Superior de Policía. Tras aquel arresto, un juez lo envió a prisión por cometer ocho robos con fuerza, la mayoría por el método del alunizaje.

Cuatro meses después, está otra vez fuera de la cárcel y ha vuelto a actuar. Incluso pesa ya sobre él una nueva orden de detención e ingreso en prisión. Es José C. M., el Cheíto, uno de los aluniceros más conocidos de Sevilla, responsable de decenas de asaltos a comercios de la capital andaluza y otros municipios de la provincia. 

Suele moverse en coches sustraídos, casi siempre de alta gama, con los que pone a prueba la destreza de la Policía y la Guardia Civil. Con ellos ha protagonizado numerosas persecuciones en los últimos años. Poco le importa su propia integridad, la de quienes lo persiguen y la del resto de usuarios de la vía.

La última de estas fugas a toda velocidad ocurrió la tarde de este lunes en Dos Hermanas. Sobre las siete de la tarde, una patrulla de la Policía Nacional vio al Cheíto al volante un Seat Altea de color blanco, robado, en la avenida Adolfo Suárez de esta ciudad. 

Al darse cuenta de la presencia policial, el delincuente se dio a la fuga a toda velocidad. Se dirigió primero a Montequinto, donde entró y dio vueltas por varias calles del barrio, con la Policía detrás, para salir después a la carretera de Utrera y continuar en dirección a la ronda de circunvalación SE-40. Allí se le perdió el rastro.

Semaforazos, atracos y alunizajes

Cheíto, de 29 años, tienes múltiples antecedentes por diversos delitos, muchos de ellos por robos y atracos. Pertenece al clan de los Mikhailovich, una familia de las Tres Mil Viviendas históricamente relacionada con el tráfico de drogas.

José C. M., Cheíto.

Ya en noviembre de 2010 fue detenido por el robo de un cordón de oro mediante un semaforazo cometido en la calle Ada, en el polígono de San Pablo. Iba en una moto con Francisco Nocete, otro conocido ladrón al que después se responsabilizaría del incremento de robos en chalés del Aljarafe, hasta que terminó siendo detenido tras una persecución con la Guardia Civil.

Cheíto volvió a ser arrestado en febrero de 2011 por varios atracos con una pistola y un cuchillo en el barrio del Porvenir. Uno de estos robos con violencia fue en una tienda de ropa de la calle Bogotá y otro en un supermercado Dia de la calle Collaut Valera.

También se le imputó un robo en interior de vehículo en una finca de Utrera, de donde sustrajo una escopeta Beretta. De nuevo volvió a caer en esta operación Nocete, a quien también se le imputó otro atraco en una tienda de ropa de la calle José María de Pereda.

En julio de ese mismo año fue detenido por la Policía en las Tres Mil Viviendas por conducir sin licencia un ciclomotor. A partir de ahí comenzó a dedicarse a los robos con fuerza y se especializó en los alunizajes. Se le considera responsable de decenas de robos mediante este método y miembro de una de las bandas que, a bordo de un BMW, desvalijaron comercios por toda Sevilla e incluso otras provincias.

La última detención fue en septiembre de 2018. Fue sorprendido por una patrulla de la Guardia Civil en el Aljarafe y huyeron entrando en Sevilla. Tras una persecución por el centro y Los Remedios, fue apresado en la calle Santa Fe. Con él iban otros dos cómplices. Uno de ellos, José Ángel L. S., alias Joselete, es otro conocido alunicero de Torreblanca.