Andalucía, territorio artesano

La artesanía constituye un sector productivo de relevancia creciente en Andalucía por ser un potente generador de empleo, poseer un elevado valor etnológico, al tener un fuerte arraigo en la historia y la cultura de cada uno de los territorios, y establecer sinergias con otros sectores económicos, de manera especial con el turismo.

Se trata de una actividad con características propias y diferenciadas, tanto por los procesos de elaboración del producto, basados en el uso de materias primas y técnicas singulares, como por las características de los talleres y de los propios artesanos, en la mayor parte de los casos, muy vinculados a la tradición familiar.

Andalucía es, actualmente, la primera región española en número de talleres artesanales, con alrededor de 2.500. En cuanto a la distribución provincial, Córdoba, Sevilla y Cádiz son las que presentan una mayor concentración, al sumar el 58% del total. Por subsectores, los que cuentan con una mayor representación son la fabricación de muebles de madera (23%), cerámica (18%) y trabajos de piel y cuero (16%).

El consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado, ha incidido en que "la artesanía es una actividad de gran importancia en la región, por su capacidad para generar empleo y riqueza, y desde un punto de vista social porque ayuda a fijar población en zonas rurales, impulsa otros sectores productivos y contribuye a preservar el patrimonio cultural y etnográfico".

A tener en cuenta. Para mejorar la visibilidad y la comercialización de los productos artesanos y hacer de estos un importante reclamo turístico, la Junta promueve las declaraciones de Zonas y Puntos de Interés Artesanal de Andalucía. Con estos distintivos, se persigue no sólo identificar los diferentes talleres artesanos que existen en la región a partir de su concentración territorial, sino también reconocer la trascendencia económica y la potencialidad de esta actividad como recurso turístico y cultural de primer orden.

Estas declaraciones, que tienen un carácter indefinido, están reguladas en una orden de 2011. Así, quedan identificadas aquellas zonas que ofrecen una mayor concentración de talleres (desde una calle o un barrio hasta un municipio, comarca o provincia) en algunas de las actividades reconocidas en el Repertorio de Oficios Artesanos de la Comunidad Autónoma. Entre otras ventajas, los locales y talleres con estos distintivos podrán aparecer en las publicaciones y guías oficiales de artesanía y turismo que edite la Administración autonómica, y podrán participar en ferias y otros encuentros sectoriales que organice la Junta, con el fin de reforzar la promoción y comercialización de los productos de la comunidad.

Desde la publicación de la citada orden, se han declarado diez zonas de interés, que engloban 180 talleres, y 15 puntos, lo que supone un total de 195 talleres artesanales.

Pionera. La primera zona que fue declarada de interés artesanal fue la de La Rambla, en Córdoba, en agosto del 2012. En ella se integraron 39 talleres y existe una destacada homogeneidad en cuanto a los oficios: cerámica y alfarería. Siguiendo en este provincia, también está declarada la zona de Castro del Río, con ocho talleres. Esta área es una de las pocas de España, y de Europa, que se dedica a la elaboración de muebles con madera de olivo, aunque también se pueden encontrar trabajos de cerámica y de forja.

En la misma provincia, se encuentra la zona de Los Pedroches, que suma 18 talleres de oficios diversos como carpintería, forja y herrería, piedra y mármol, madera tallada, cerrajería, marroquinería, calzado, cantería y ebanistería.

Y siguiendo con la provincia de Córdoba, las más activa hasta la fecha, en pleno corazón de la capital hay una zona declarada en el Casco Histórico. En ella se pueden encontrar tanto cerámica, como objetos de cartón piedra, instrumentos musicales elaborados por los lutieres, cordobanes y guadamecíes, joyas, estampación textil, bisutería o imaginería. Esta zona tiene la particularidad, además, de que en ella está integrada también la Asociación de Artesanos de Córdoba, que cuenta con local especifico de venta de los productos.

Otras provincias. En la misma fecha que La Rambla, se declaró de zona de Valverde del Camino, en Huelva, que aglutina 13 talleres de muebles por encargo, calzado artesanal, marroquinería o tapicería. Ya en Jaén, está declarada la zona de Úbeda, donde la mayoría de los 11 talleres que engloba se dedican a la cerámica, pero también están representados otros oficios como forja, artesonados mudéjares, vidriera artística o joyería.

Por su parte, en Málaga, se encuentra declarada la zona de Vélez-Málaga, con 14 talleres en los que se realizan trabajos como cerámica, vidrieras artísticas, bordados, modistería o ladrillería.

El territorio de Ubrique, Prado del Rey, El Bosque y Benaocaz, en la provincia de Cádiz, también está declarado como Zona de Interés Artesanal. La integran 39 talleres, 29 de los cuales se dedican a la marroquinería y el resto al rebaje del cuero y piel, carpintería, fabricación de artículos de piel, albardería, curtiduría o fabricación de muebles de madera y mimbre.

La zona de Macael y el Valle de Almanzora, en Almería, está dedicada históricamente al mármol. Está integrada por 15 talleres, 14 de los cuales se dedican a este oficio milenario y el otro, a la cerámica. Y, por último, el casco histórico de la ciudad de Granada cuenta con una zona de interés artesanal con 10 talleres dedicados a joyería, cerámica, elaboración de perfumes y jabones, lutería, marroquinería, elaboración de esmaltes al fuego, taracea o elaboración de vidrio soplado.

Rutas de artesanía de gran valor

Con el objetivo de estrechar la vinculación existente entre artesanía y turismo en las estrategias de promoción y comercialización de la oferta andaluza que cada año lleva a cabo la Junta, las Zonas de Interés Artesanal declaradas se integrarán, además, en futuros itinerarios regionales. Igualmente, dentro de las actuaciones de fomento del sector que lleva a cabo el Gobierno autonómico, se acaba de poner en marcha el distintivo Andalucía, Calidad Artesanal, un marchamo con validez en toda la Unión Europea con el que se pretende garantizar la procedencia para los productos y un mayor reconocimiento en el ámbito comunitario. Actualmente, varios artesanos han solicitado la concesión de uso de este distintivo para sus productos, por lo que la Junta está procediendo a su valoración para constatar que reúnen los requisitos necesarios. Otra de las medidas de promoción de la artesanía, ha sido la aprobación de incentivos específicos para el sector. Estos apoyos tienen como objetivo poner en valor los productos, promover su difusión y comercialización, modernizar los talleres y empresas, fomentar el empleo, e intensificar las relaciones de cooperación del sector. También se persigue impulsar la creación y consolidación de asociaciones y federaciones como fórmula de organización sectorial que favorece los intereses del colectivo y la identificación geográfica de zonas declaradas. Los beneficiarios han sido, por un lado, asociaciones, federaciones y confederaciones del sector y, por otro, los artesanos individuales y empresas inscritas en el Registro de Artesanos de Andalucía. En el primer caso, se presupuestaron 400.000 euros, y se han presentado 15 solicitudes en Almería, Córdoba, Málaga, Huelva y Sevilla. En cuanto a los incentivos para artesanos individuales, ha habido 402 solicitudes en las ocho provincias andaluzas, para un importe presupuestado de 866.666 euros. Con esta dotación, se han financiado conceptos tales como adquisición de pequeña maquinaria, herramientas y utillaje y materias primas, así como actuaciones de remodelación, modernización funcional o tecnológica, o mejora de la imagen del taller artesanal, entre otros.