Cádiz dice adiós a la fábrica de tabacos tras 373 años

Los últimos trabajadores abandonan la planta tras ser prejubilados o trasladados a otros centros de producción

M. M. · J. A. H. Cádiz

29 de abril 2014 - 05:02

Los últimos 22 trabajadores de Altadis en Cádiz, herederos de una institución creada en 1741 por Felipe V, cerraron ayer para siempre las puertas de la planta gaditana. Catorce de ellos se prejubilaron y recibieron las liquidaciones y las cartas individualizadas de nuevos destinos al resto. El cierre oficial no se producirá hasta mañana miércoles, pero la planta de Altadis ya sólo es un grupo de naves vacías sin alma y sin personas.

Durante la jornada de ayer sólo salían de la planta vehículos con letreros de chatarrería que transportaban bienes de la que en su tiempo fue la factoría más importante de Tabacalera. En los últimos días el mobiliario se ha ido donando a las entidades que lo han ido solicitando, las cuales han recibido sillas, mesas y ordenadores. El 90% estaba ya ayer fuera de la fábrica.

Los catorce trabajadores prejubilados se marchan con buenas condiciones, como explicaba el presidente del comité de empresa, José Luis Marín, que tuvo un sentimiento muy distinto al que se esperaba cuando se imaginaba su último día de trabajo. "No puedo estar más contento".

Además de los prejubilados, quedan las ocho personas que no llegaban a la edad de prejubilación, que se ha situado entre los 51 y los 55 años. De ellos, cuatro se incorporarán a la fábrica de Logroño el día 1 de julio, tal y como refleja la carta que han recibido de la empresa. Según la dirección de Altadis, dos han pedido la baja voluntaria, otro ya está trabajando en Hamburgo y uno más irá a la central de la compañía en Madrid.

La incertidumbre se cierne sobre los empleados de las empresas auxiliares que han venido desempeñando su labor en Altadis. Según José Luis Marín, el número de afectados asciende a unas treinta personas, que se han quedado fuera de cualquier tipo de acuerdo y que son la parte "débil y casi olvidada", como uno de ellos decía, de este proceso que ha acabado en cierre. Tras la adquisición de Altadis por Imperial Tobacco estas instalaciones sufrieron una reestructuración, cerrando en junio de 2009 la línea de producción de tabaco reconstituido y, en diciembre del mismo año, se procedió a la extinción de la planta de preparación de liga. La planta quedó como centro logístico y con una única línea de trabajo abierta: la de tabaco expandido.

Desde que se anunció el cierre de la planta, se han trasladado unos 22 millones de kilos a la planta de Imperial Tobacco en Le Havre (Francia). En el día de ayer ya no quedaba ni un gramo del producto con el que se ha trabajado durante años en la capital gaditana. Poco antes, la planta de Cádiz producía a diario 600 cajas de tabaco expandido de 36 kilos cada una que iban dirigidas a la fábrica de Logroño para su tratamiento.

Desde que en agosto de 1741 se pusiera en marcha la primera fábrica de tabacos de Cádiz, la evolución de esta industria ha ido pareja a la de la ciudad. Junto a los astilleros, fueron las dos grandes empresas de la ciudad, que dieron de comer a más de 5.000 familias entre ambas en los buenos tiempos, y cuyo mantenimiento ayudó a la propia Cádiz a mantenerse en pie.

El cierre de la planta de Altadis es fruto de la compleja situación que atraviesa el mercado de tabaco en España, que ha sufrido en los últimos cuatro años una caída de más del 40% en lo que se refiere al volumen de venta de cigarrillos. Los trabajadores de la planta gaditana produjeron el 27 de junio de 2013 la última caja de tabaco expandido. Entonces eran 76 empleados los que quedaban en la factoría después de varios expedientes de regulación de empleo -el último llegó en 2009. en el que salieron 225 trabajadores.

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