De Guindos no prevé divergencias con la CE sobre los nuevos Presupuestos

El ministro cree suficientes las medidas aprobadas para cumplir con un déficit del 3,1% en 2017

Los Veintiocho apoyan extender el plan Juncker hasta 2020 y los 500.000 millones

Luis de Guindos conversa con el director gerente del Mecanismo de Estabilidad, Klaus Regling, ayer, en Bruselas.
Luis de Guindos conversa con el director gerente del Mecanismo de Estabilidad, Klaus Regling, ayer, en Bruselas. / Stephanie Lecocq / Efe
Redacción · Agencias

07 de diciembre 2016 - 02:34

Bruselas/El ministro de Economía español, Luis de Guindos, afirmó ayer que no espera que la Comisión Europea (CE) tenga discrepancias importantes con el Gobierno en su análisis de los presupuestos para 2017, con los que espera cumplir el 3,1% del déficit gracias al crecimiento y las medidas adoptadas el pasado viernes. "La Comisión hará su análisis y creo que no habrá divergencias importantes en absoluto", dijo el ministro a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE), el Ecofín.

El titular de Economía aseguró que para cumplir con el objetivo de reducir el déficit el próximo año al 3,1% serán suficientes las medidas aprobadas por el Ejecutivo el viernes pasado, junto al impulso que dará el crecimiento. "España tiene que reducir del 4,6% al 3,1%, y de ese punto y medio de reducción, un punto lo proporcionará el ciclo económico, el crecimiento del 2,5% (previsto para 2017), y el otro 0,5%, las medidas que se han adoptado", explicó.

El Gobierno fijó el viernes por decreto ley el techo de gasto -118.377 millones de euros- y aprobó medidas fiscales con las que prevé recaudar 7.500 millones de euros, como la modificación del impuesto de sociedades e impuestos especiales para conseguir 4.650 millones, la limitación de los pagos en efectivo o un proyecto de ley para gravar las bebidas azucaradas.

El ministro insistió en que "es perfectamente factible" cumplir con lo prometido a Bruselas y recordó que la Comisión Europea cree que las medidas adoptadas "van en la buena dirección". El Gobierno español remitirá a Bruselas "en los próximos días, próximas semanas", dijo De Guindos, un proyecto de presupuesto que incluirá las medidas y actualizará las cuentas prorrogadas que envió el Ejecutivo en funciones en octubre, a la espera de que se negocie en el Congreso y se aprueben las cuentas definitivas para 2017.

Los ministros de Economía y Finanzas de los países del euro examinaron el lunes los proyectos de presupuesto de la Eurozona, así como la propuesta de Bruselas para proporcionar un estímulo fiscal de hasta 50.000 millones de euros -un 0,5 % del producto interior bruto (PIB) de la zona euro- que debería venir de los países con margen fiscal, es decir Alemania, Holanda y Luxemburgo. Sobre este último punto, De Guindos defendió ante sus colegas que la propuesta "podría tener sentido" pero tiene "inconsistencias".

"Está muy bien dar objetivos globales para el conjunto de la Eurozona, pero se necesitan instrumentos globales y en política fiscal lo que tenemos son presupuestos nacionales", dijo el ministro, quien afirmó que esa "incongruencia" está en el origen del rechazo que los países mostraron ayer a la propuesta.

De Guindos concedió, no obstante, que el calendario electoral en Europa "está teniendo una influencia en las decisiones que se están tomando e incluso en la aproximación del Eurogrupo".

En la reunión del Ecofín, los ministros de Economía y Finanzas de la UE sellaron su posición de cara a las negociaciones para extender el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (conocido como plan Juncker) hasta 2020 e incrementar sus garantías.

En su último Ecofín como presidente de turno, el ministro eslovaco de Finanzas, Peter Kazimir, confirmó la adopción de una "orientación general" que marca la postura de los Veintiocho que tendrán ahora que negociar con el Parlamento Europeo para llegar a un consenso final.

"Después del acuerdo en el Consejo vamos a empezar a hablar con el Parlamento Europeo (PE) y esperamos que ellos también puedan llegar a una posición lo antes posible", señaló Kazimir.

Esta extensión del plan Juncker, herramienta principal del Plan de Inversiones para Europa, constituye una ampliación temporal del mismo, con tres años adicionales a su periodo inicial hasta 2020.

La extensión también es cuantitativa, con incrementos en el objetivo de movilización de inversión (de 315.000 millones de euros a 500.000 millones), así como de la garantía del fondo a cargo de presupuesto comunitario y del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Estas garantías aumentan de 16.000 millones de euros a 26.000 millones en el caso de la comunitaria y de 5.000 millones a 7.500 millones en lo que se refiere al BEI, institución que gestiona este instrumento. El compromiso incluye también una serie de mejoras técnicas para lidiar con los llamados "cuellos de botella", que se refieren a obstáculos en el desarrollo de las inversiones.

Durante el debate en el Ecofín, los ministros hicieron hincapié en las posibilidades de mejora de la distribución geográfica de las inversiones para evitar desequilibrios entre países y en la necesidad de evaluaciones externas de la herramienta que no sean "precipitadas y apresuradas".

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