Indonesia da un balón de oxígeno al A400M, el avión militar de Airbus que se ensambla en Sevilla, en medio de las turbulencias que atraviesa el programa por los retrasos y sobrecostes que arrastra. El ministro de Defensa del país, Ryamizard Ryacudu, ha anunciado en una entrevista con la agencia Reuters la intención de su Gobierno de adquirir "una pequeña flota" de aeronaves. "Me planteo comprar el A400M de Europa, pero sólo un número limitado; no tenemos necesidad de adquirir muchos", avanza.

El país asiático se perfila, así, como el primer cliente que realizará pedidos del avión en los últimos 11 años, ya que el último fue su vecino Malasia, que en 2005 encargó cuatro unidades. Sudáfrica firmó la compra de ocho aeronaves en 2004, pero en noviembre de 2009, tan sólo un mes antes del primer vuelo de un A400M, canceló el contrato. El programa se lanzó en 2003 por parte de siete países: España, Francia, Alemania, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo. A día de hoy, el proyecto suma 174 pedidos en firme.

Aunque el ministro de Defensa indonesio no especificó cuántas unidades necesitaría ni en qué plazo de tiempo podría cerrarse la compra, la noticia llega en el momento más necesitado por el programa, ya que nuevos problemas en los motores del aparato están poniendo piedras en el camino de su industrialización y causando demoras en los despachos a los actuales clientes, que están negociando una revisión del calendario con la empresa fabricante Airbus Defense and Space, filial del grupo Airbus.

Indonesia busca en los A400M llenar el vacío que hay entre el más pequeño C130 de Lockheed Martin, conocido como Hércules, de los que tiene muchas unidades en servicio, y el avión de carga de Boeing C17.

Cuestionada por la intención de compra de Indonesia, la compañía Airbus D&S indicó que no puede entrar a valorar ninguna campaña específica de las muchas que tienen en marcha en todo el mundo, pero aseguró que "es el avión militar perfecto para el sudeste asiático". En concreto, sería ideal para ayudar a la Fuerza Aérea de Indonesia a cubrir su vasto territorio, que incluye alrededor de 17.000 islas.

Indonesia es un comprador activo de productos militares del consorcio aeronáutico europeo. Las ventas acumuladas apuntan a 169 aeronaves: 120 aviones del modelo C212, 38 del CN235 y 11 del C295. Además, Airbus tiene una relación especial con la empresa aeroespacial indonesia PT DI, con la que mantiene acuerdos de colaboración que han llevado a instalar en el país dos líneas de ensamblaje final (FAL) de sus aviones.

Una de estas plantas cuenta con décadas de trayectoria y se centra en los C212 y los CN235, productos que tienen otra FAL en Sevilla. Y la otra es más reciente, fruto de un acuerdo firmado en 2012, por el que se instaló una planta de montaje del C295 en la ciudad de Bandung. Los aviones que salen de esta factoría sólo se destinan a la Policía indonesia y a su Ejército del Aire. PT DI se encarga, además de montar el aparato, de la fabricación de algunas piezas, tales como el empenaje de cola, el fuselaje trasero y los paneles del fuselaje. Éstas se envían a Sevilla, a la FAL que Airbus tiene del C295, donde se unen a otros elementos como las alas, el cockpit (cabina) o el tren de aterrizaje, y son sometidas a una serie de pruebas. Posteriormente, todo el conjunto se desmonta y se despacha de nuevo a Indonesia, donde ya se realiza en ensamblaje final, las pruebas de vuelo y las entregas.

El A400M lleva varios años esperando a que la campaña de exportación de Airbus D&S dé sus frutos. La compañía siempre defendió que los pedidos llegarían una vez que el aparato realizara con éxito su primer vuelo, ya que los potenciales clientes necesitaban ver que se había convertido en una realidad. Este hito se produjo en diciembre de 2009. Siete años después llega esta intención de compra por parte de Indonesia, después de que se haya hablado recientemente del interés por parte de Egipto, Jordania, México o Emiratos Árabes Unidos. Habrá que esperar para ver en qué se concreta todo.