El Gobierno británico prevé anunciar hoy los detalles de su plan de rescate bancario, que podría conducirle a asumir el control mayoritario de dos de las principales entidades del país, Royal Bank of Scotland (RBS) y Halifax (HBOS). Además, el Estado entraría como accionista en otros dos bancos: Barclays y Lloyds. La medida podría traer consigo la suspensión de las transacciones en la Bolsa de Londres el lunes, según publicó ayer el diario The Sunday Times.

El rotativo detalla también, sin citar fuentes, que el Estado podría hacerse con el 70% del capital de Halifax y el 50% del de RBS, según The Times. Se da la circunstancia de que Halifax, el primer banco hipotecario del país, anunció el pasado 17 de septiembre la compra de Lloyds por 15.500 millones de euros.

Los cuatro bancos citados son los más afectados por la crisis financiera, sobre todo RBS. El precio de su acción se derrumbó hasta tal punto que su valoración bursátil es ahora inferior a 12.000 millones de libras; es decir, menos que el capital que desbloqueó hace seis meses, dato que subraya su urgente necesidad de nuevos fondos propios.

Estas compras de títulos se enmarcan en plan de nacionalización parcial de la banca anunciado el pasado miércoles por el primer ministro, Gordon Brown, y que está dotado con 64.000 millones de euros. Esta medida es la primera fase de un plan global que comprende también la inyección de 200.000 millones de libras (256.000 millones de euros) de liquidez en el sistema financiero y una garantía de préstamos interbancarios de hasta 250.000 millones de libras (320.000 millones de euros).

Brown, preguntado ayer en París sobre un posible anuncio hoy lunes por la mañana sobre este acuerdo con los bancos británicos, se negó a "comentar las negociaciones en curso con los bancos". "Dijimos que estamos dispuestos a comprar acciones por un monto de 50.000 millones de libras y eso es una contribución importante", zanjó.