Santa Bárbara Sistemas, propiedad de General Dinamics, hace depender de nuevos contratos la carga de trabajo en la factoría sevillana, por lo que no garantiza el empleo a corto plazo. Esa es la principal conclusión de la reunión que han mantenido este jueves los responsables de la empresa y el comité intercentros, que representa a los trabajadores de los centros de Sevilla, Trubia y Madrid. Recordemos que la empresa plantea una reestructuración en la que el montaje de vehículos se traslada a Trubia (Asturias), entre ellos el macrocontrato de los nuevos blindados del Ejército español, y la fábrica de Alcalá de Guadaíra se queda como centro de mantenimiento.

Ante esta situación, el comité de Sevilla ya plantea nuevas movilizaciones. El viernes 4 de marzo se desarrollará una nueva jornada de huelga, con una manifestación desde la antigua fábrica de Artillería de Sevilla hasta la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. Y 9 volverán a salir a la calle, aunque aún están por definir las acciones.

La empresa ha informado a los trabajadores que, en el caso de Sevilla, la fábrica tiene carga de trabajo en el taller de motores para el blindado Scout SV del Ejército británico hasta el segundo semestre de 2023 y en el de cableado y cajas eléctricas para este vehículo hasta el primer trimestre de 2024. A partir de esa fecha solo funcionaría el taller eléctrico para cableado del 8x8 hasta 2026. Más allá de 2023 no se podrá mantener todo el personal de taller y la empresa se emplaza a nuevos contratos.  

Respecto al personal de estructura (administración, recursos humanos, informática, etc.) la empresa señala que hay un "importante excedente", según informa el comité intercentros, independientemente de que haya nuevos contratos o no. Fuentes sindicales informan que de los alrededor de 200 trabajadores del centro de Sevilla la mitad, más o menos, son de estructura. 

Hace una semana, la empresa anunció la readmisión de 21 trabajadores de estructura despedidos a finales de enero después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, acusara de falta de lealtad a la empresa, ya que el contrato del 8x8 estaba vinculado al mantenimiento del empleo. Ahora mismo, la firma está estudiando los puestos en los que regresarán los readmitidos, que pueden ser diferentes a los que tenían. No pondrá pegas a respetar todos los términos del contrato -como la cláusula de movilidad- aunque pide que los trabajadores devuelvan el finiquito, algo a lo que los sindicatos se niegan.