La demanda de kaki y mandarina cultivados en Andalucía se dispara por la DANA en Valencia

Se multiplican los pedidos a los productores andaluces y se registran precios hasta un 25% superiores a la pasada campaña

Una operaria envasa kakis en una cooperativa.
Una operaria envasa kakis en una cooperativa.
Jesús Pulido

08 de noviembre 2024 - 06:05

Huelva/Los devastadores efectos de la DANA de la pasada semana en la Comunidad Valenciana han tenido una incidencia directa en los mercados. La potente industria agroalimentaria valenciana se ha visto gravemente afectada, lo que ha servido de revulsivo para productores de otras zonas de España. Son los casos de Huelva y Sevilla, que han visto cómo se disparan los pedidos de kaki y mandarina.

En el caso del kaki, se trata de un cultivo que se ha visto especialmente afectado por la DANA, ya que la Comunidad Valenciana concentra la mayor parte de la producción nacional. Ahora en Huelva, donde se produce kaki Rojo Brillante y Sharoni en localidades como Lepe, Cartaya o Villablanca, trabajan a destajo para dar respuesta a la ingente cantidad de pedidos que han llegado de manera inesperada. En las fincas onubenses no dan abasto para atender la avalancha de nuevos pedidos.

En pleno pico alto de la campaña de recolección, las expectativas de los productores onubenses se han visto altamente reforzadas, y eso que ya eran bastante halagüeñas. Las lluvias, que han traído la desgracia en Valencia, sí fueron muy benignas para los kakis onubenses la pasada primavera y han contribuido decisivamente en un notable incremento del calibre de la fruta, permitiendo a los productores presentar un producto mucho más atractivo en los mercados internacionales.

No en vano, la presente campaña está destacando especialmente por la calidad de la fruta y, sobre todo, por el alza de los precios, que oscilan entre un 20 y un 25 por ciento más que el año anterior a estas alturas. Datos muy superiores también a pasadas campañas, cuando el sector ha pasado por diversas dificultades. El tirón de la demanda de urgencia provocada por la DANA en Valencia augura ahora un final de campaña muy exitoso para los productores onubenses, que reconocen que se trata de un cultivo que está en claro retroceso con respecto, sobre todo, a los frutos rojos en la provincia de Huelva.

El grueso de la producción onubense de kakis va destinada a los mercados de los países del Centro de Europa, aunque también se han realizado incursiones menores en el mercado asiático. El incremento notable de la demanda en estos momentos hará que también tenga que ocupar hueco en el mercado nacional.

A pesar de las buenas perspectivas, los agricultores siguen lamentando el ataque de plagas de trips o arañuelas, por lo que reclaman que se autoricen fitosanitarios específicos que eviten, además, que los insectos se vuelvan resistentes a los tratamientos. Una reivindicación que comparten también con otros sectores como el de los frutos rojos, que siguen reclamando la necesidad de avanzar en el reconocimiento de productos fitosanitarios en aquellas zonas de Europa que comparten características productivas similares. En este sentido, productores de España, Francia, Italia y Portugal han pedido que se llegue a un consenso sobre la necesidad de trabajar en una mayor armonización, guante que han recogido los gobiernos de estos países al estimar como muy razonable las peticiones sectoriales.

Un caso similar al del kaki se está experimentando con las mandarinas. El colapso producido tras la DANA en las explotaciones valencianas ha repercutido directamente tanto en Huelva como en Sevilla, provincias que concentran el 15% y el 5%, respectivamente, de la producción que se vende actualmente en los mercados. El otro 80% procedían de Valencia y Castellón. Ahora, el nuevo escenario está haciendo que los pedidos a las fincas andaluzas se estén multiplicando para cubrir la demanda que deja huérfana el campo valenciano.

Las lluvias caídas en ambas provincias a finales de la semana pasada provocaron un retraso en la recolección de mandarinas de la variedad Nivelinas en las fincas más adelantadas, que han tenido que esperar hasta mediados de esta semana para comenzar con normalidad estas labores. 

Ahora en los campos y en las cooperativas se trabaja a toda máquina para hacer frente a una situación que tendrá una incidencia directa en los mercados y que hará ganar enteros a los cultivos andaluces.

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