Si hay un sector al que la crisis esté afectando, ése es el de la construcción. El paro se ceba con él, su actividad cae -la compraventa de viviendas se contrajo un 29,6% hasta junio- y referentes como Martinsa-Fadesa o Colonial han pasado a protagonizar noticias cargadas de malos augurios: la primera ha anunciado la mayor suspensión de pagos de una empresa en España y la segunda obtuvo en el primer semestre unas pérdidas de 2.380 millones de euros.
Precisamente, las seis grandes constructoras cotizadas del país (ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr y OHL) avanzaron ayer sus resultados correspondientes a ese mismo periodo. Y, de acuerdo con los datos remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio conjunto de éstas se redujo un 55,8%, hasta los 1.455,66 millones de euros. La facturación, no obstante, repuntó un 13,9%, con 36.245 millones.
El retroceso de las ganancias obedeció a la ausencia de extraordinarios, la reducción de márgenes en actividades tradicionales, los mayores gastos financieros y las pérdidas de 87,9 millones de Sacyr, debido al efecto de la venta de su participación en Eiffage.
ACS lideró el ranking por beneficio y facturación, con 893 y 11.707 millones de euros, respectivamente. Por la primera de esas magnitudes le siguieron Acciona (314) y FCC (201,8). OHL, por su parte, ganó 76 millones, mientras que Ferrovial se apuntó 58,7 millones de euros, tras retroceder más de un 92%.
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