El Índice de Precios de Consumo (IPC) en Andalucía dio un pequeño respiro en noviembre, al situarse en el 7,3% en tasa anual, cinco décimas menos que en octubre y ya a una cierta distancia de la cota del 11,2% alcanzada en el mes de julio.

Aun así, este indicador -que publica cada mes el Instituto Nacional de Estadística (INE)- sigue por encima en Andalucía de la media nacional, fijada en un 6,8% (tras bajar a su vez cinco décimas). Y ello pese a que en tasa mensual (evolución de los precios respecto a octubre) el IPC se reduce un 0,2% en la región, frente al 0,1% español.

La moderación de la subida de precios respecto a noviembre de 2021 se debe, según el INE, a la bajada de la electricidad y de los carburantes para automoción, así como por el menor precio de alojamientos y del textil que el año pasado. 

En contraste, el precio de los alimentos continúa en máximos. En tasa mensual (respecto a octubre) los precios en el capítulo de alimentos y bebidas no alcohólicas suben un 0,5% en España y un 0,3% en Andalucía. Pero en tasa anual (respecto a noviembre de 2021) este índice sigue disparado: un 15,3% en el conjunto del país (15,4% en octubre) y un 16,2% en Andalucía, exactamente lo mismo que el mes anterior. 

Eso quiere decir que este capítulo sigue sin dar señales de relajación, entre otras cosas porque los precios de las materias primas siguen muy altos, a nivel mundial por la guerra de Ucrania y en España por una menor producción motivada por la sequía. Además, suele haber un margen de unos pocos meses hasta que se repercuten en el consumidor los precios en origen, y eso hace que sea ahora (en estos últimos meses) cuando se trasladen esos costes al IPC.

Por provincias, y a nivel general, la más inflacionista es Huelva (7,8%), seguida de Cádiz y Granada (7,5%), y de Jaén, Málaga y Sevilla (7,4%). Por debajo de la media (y bastante por debajo) están Almería (6,7%) y Córdoba (6,6%). Por lo que respecta a alimentos y bebidas no alcohólicas, Granada se lleva la palma (17,6%), y por encima del 17% están también Málaga (17,2%) y Huelva (17%). Ya a cierta distancia está Sevilla (16,3%) y por debajo de la media andaluza se colocan Cádiz (16%), Jaén (15,4%), Almería (15%) y Córdoba (14,3%), estas dos últimas las únicas con una menor subida que en el conjunto del país.

Por productos y servicios (rúbricas en la terminología del INE), en Andalucía el azúcar es el que más sube en Andalucía, un 51,9%, seguido de los aceites y grasas (34%) y la leche (30,8%). En general, como se observa en el gráfico que ilustra esta información, las subidas son muy similares en Andalucía y España, pero con una tendencia a que en la Comunidad sean ligeramente superiores. Ello puede tener que ver con el punto de partida: normalmente en Andalucía -por su poder adquisitivo medio menos- los precios son más baratos, por lo que las alzas se notan más en términos de porcentaje.

En el otro lado están los productos menos inflacionistas, los que son más baratos que hace un año. Entre ellos están, en Andalucía, el transporte público urbano (beneficiado por las ayudas del Gobierno a los bonos), luz, calefacción y agua y comunicaciones, que hace referencia a servicios como el teléfono o internet.

El IPC subyacente, que no incluye los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y productos energéticos, sube una décima en tasa anual, hasta el 6,3% y se acerca así a la inflación general.